Después de algunos años de ausencia A.N.I.M.A.L. regresa al ruedo de la mano de su fundador Andrés Gimenez y el acople del bajista Christian Titi Lapolla y el batero Marcelo Castro, para, por ahora, presentarse en dos teatros Vorterix, el 29 y 31 de este mes.
RC: ¿Cómo se gestó este regreso? Para muchos no estaba pensado.
Marcelo: Yo estaba un tiempo relegado, sin tocar… y bueno cuando me agarraron ganas de volver, como que me picó el bichito, empecé a armar algunos proyectos que nunca terminaron por cerrarme. Pero pensé que si ya había estado en la mejor banda del estilo del país, lo llamé a Andrés, a quien nos seguíamos hablando y esto fue bastante reciente, volver a hablar con el fue muy bueno. Y le dije que volviéramos a tocar juntos. Fui yo el de dar el puntapié inicial.
Andrés: Al principio estaba bastante shockeado. No tenía la idea de volver, pese al pedido de la gente. El hecho de salir de gira con De La Tierra, fue también volver a ver a mucha gente fana de la banda. Lo viví por primera vez al exterior, y con D-Mente lo veía en el interior de Argentina. Y yo no sabía si íbamos a hacerlo o no. Y esto… todavía no caigo. Mismo cuando tocamos con De La Tierra, entre tema y tema tuve que parar porque la gente pedía a gritos a A.N.I.M.A.L. Cuando se enteraron Andres, Fer y Flavio, me hicieron la segunda y me bancaron de una manera muy genuina y grata. No lo pensé mucho, tuve que hablarlo conmigo y mi corazón, con mi vieja, y con mi mujer…
Titi: En serio con tu vieja. ¿Qué te dijo Zulma?
Andrés: Se puso re feliz (risas). Volviendo, en un momento, por jóvenes, nos mandamos algunas decisiones erróneas que llevaron a la separación. Y la idea es no volver a cometer los mismos errores de cuando éramos chicos. Que la realidad sea un disfrute y no un peso. Gracias a Dios, nos agarra en un momento en que ya no estamos para hacer bromas. No tenemos por qué jugar. Dentro de poco cumplo 48, esto ya no es joda. Nos encontramos con los mismos sentimientos pero más maduros. En tres charlas, juntándonos en nuestras respectivas casas, cerramos todo. Era más práctico que problemático.
Titi: La idea es empezar de abajo otra vez. No como una banda nueva, pero para no aparentar cosas que no somos, como el hecho de cómo si quisiéramos llevarnos todo por delante. La verdad es que necesitábamos volver. No sé como describirlo, estoy todavía bastante emocionado. Lo hicimos sin esperar nada y el recibimiento es enorme.
Andrés: en el Vorterix se empieza, vamos a armar un camino muy copado. A Marce le dije: “me venís a tocar la parte del corazón que más me gusta”. También estoy muy emocionado. Se dio porque no hacia falta alguna excusa para volver.
Marcelo: Exacto, la espontaneidad más que nada. Hablamos entre nosotros y de forma directa, ni siquiera usamos un intermediario, porque no sería correcto.
Titi: Esta banda, con nosotros, te llega de una manera que ninguno de nuestros otros proyectos nos pudieron llenar. Gracias a Marce que se iluminó, podemos volver y cumplir un sueño que nunca debió de terminar.
Marce: ¡Encima llenamos un Vorterix en una semana!
Titi: Siempre apostamos e intentamos seguir sumando desde nuestro lugar. No volver para encabezar algún estilo. Volver para sumar. Contagia mucho la actitud y la energía de la gente. Nos ayuda a seguir.
RC: La música de A.N.I.M.A.L. siempre quedó…
Titi: Es muy contemporánea. Nosotros pensamos que no hay una propuesta que fuera tan revolucionaria como lo que hicimos.
RC: Creo que la única banda que podía tomar el lugar que dejaron, eran ustedes. Lo mejor de todo es que su regreso se marca por la felicidad suya, ¿no?
Andrés: Seguramente van a salir muchas reediciones de nuestros discos. Las compañías van a aprovechar. Estaría bueno que los chicos lo puedan comprar.
RC: Esta vuelta es una muy buena forma de mostrarse con las nuevas generaciones.
Titi: ¡Es muy gracioso, porque son nuestros fans y nunca nos vieron!
Andrés: Es un flash, con A.N.I.M.A.L., vos seguramente no nos viste nunca y tu viejo si (risas). El que vivió esa época, los comienzos, los shows no eran solamente una revolución en la música, sino que revolucionó la escena de un lado positivo. Sacamos el miedo a ver una banda de metal, no había peleas, te caías en el mosh y te levantaban, y venían de todas las tribus, desde el super extremo metalero, pasando por el punk de cresta, el típico bancario que salía de laburar, el hardcore tradi, muchas chicas, etc. Cada uno era una tribu distinta. Pero cuando entraban a nuestro show, se creaba una unión que transformaba el recital en fiesta. Siempre pasaba algo, cortes de luz y esas cosas, y todos se solidarizaban con los otros para que esté todo bien. Ojalá que los chicos nuevos tengan el respeto por los viejos que les van a enseñar lo que es un show nuestro. Nada de aplastar cabezas. Unidad siempre. Siempre hacíamos panfletos con slogan, pero había uno que no me puedo olvidar: “el slam y el pogo no son un acto de violencia, sino un acto de fraternidad”. Los entregábamos en la entrada. Era como una re-educación del público metalero. Creo que perduró en el tiempo por lo musical, pero más que nada por lo emocional. Conozco parejas que se conocieron en nuestros recitales. Todos se acuerdan de cosas positivas. A.N.I.M.A.L. era eso. Quizás nos sorprenda que se agoten los dos Vorterix, pero eso tiene que ver que cuando uno hace las cosas y las marca, la gente no se olvida. Y recién ahora, a la larga, nos damos cuenta. Creo fehacientemente que cuando uno deja de tener lo que tuvo, se da cuenta.
RC: Hay que sumarle la ideología y mensaje de las canciones…
Andrés: Nunca nos vamos a callar de lo que sentimos y vivimos, de todo lo que pasa. Esas dos horas de show sirven para que la gente se aísle de la mala onda generalizada. Por eso resaltamos el positivismo.
Titi: Está bueno que se resalte la mierda que existe. Pero si te centrás en el pesimismo, te quedás ahí. No queremos agrandarnos porque no somos nadie, pero no hay ninguno que nos haya reemplazado.
Andrés: Siempre con A.N.I.M.A.L. hicimos como un pacto de buena onda y hermandad, como si no existiesen divisiones. Invitábamos a bandas de todos los estilos. Como cuando empezamos, a nosotros nos invitaban, subían músicos de todos los estilos.
Titi: Era más el concepto de música que otra cosa.
RC: A.N.I.M.A.L. siempre significó innovar.
Andrés: Si obvio, vamos de a poco.
Titi: Fue todo tan poco planeado, que como la estamos pasando tan bien, que no estructuramos mucho. Volver a tocar estos temas no es fácil, pero nos encanta.
Andrés: Por lo menos 5 temas de cada disco. Y esas son 45 canciones. De las que quedan 25 o 26 como show, y después tener 6 o 7 más para ir cambiando. Y después ver qué onda. Hoy estábamos tocando algunos lentos, y si o si tienen que estar en el show. Encima vamos a tocar temas que nunca tocamos en vivo. Hay muchas canciones que estamos redescubriendo. Va a ser lindo y emotivo porque la gente no se va a aburrir de ir a ver un show de la banda. Por ahí el show del 29 vamos a hacer una lista y el 31, hacemos otra.
Marcelo: Los temas viejos merecen el respeto y por eso disfrutamos tocarlos. Ya vendrán cosas nuevas.
Andrés: Esto es un poco vergonzoso, pero no me acordaba enteros muchos temas de la banda. La batería, por ahí, es lo que más se escucha de nuestros discos por lo fuerte, pero en las guitarras, y en el bajo más todavía, que no sabemos que tocamos (risas).
RC: ¿Hay algún retoque o es todo original?
Titi: Está todo respetado, sobre todo la esencia que es lo que más queremos que se note.
Reversionar no. Para nada. Quizás algún estilo diferente porque partituras no tenemos, tenemos corazón. La esencia va a quedar, porque está. Le estamos poniendo nuestra impronta, y nos sentimos libres de hacerlo.