Venado Records se caracteriza por traer a esas bandas que erizan la piel y que prácticamente es inpensado verlas en el país. Tales fueron los casos de Tortoise, Deafheaven, Acid Mothers Temple, The Atomic Bitchwax, The Ocean, y más. Esta vez, sería la segunda visita de Alcest, una de las bandas pioneras del blackgaze, esa mezcla hermosa de post black metal con sonidos atmosféricos, shoegaze y música experimental, en The Roxy Live en los últimos días del mes pasado.
Luego de enterarnos que no habría acto soporte más que un DJ set, un par de minutos después de las nueve de la noche, los franceses aparecerían entre sombras para dar comienzo a uno de los mejores recitales del año.
“Onyx” ofició de intro, lúgubre, implícita, calma, para dar rienda suelta a “Kodama”, la canción que abre su último disco editado el año pasado de mismo nombre. Ante un recinto lleno de expectativas y ojos bien abiertos de los asistentes que se rendían ante la majestuosidad de las composiciones.
Las luces se tornaban taciturnas, dejando ver muy de vez en cuando los rostros de los protagonistas, que la mayoría parte del tiempo eran meras sombras acariciando sus instrumentos y conteniendo su bella furia en la complejidad de “Eclosion”. Los minutos pasaban y si bien se distinguían las canciones, Alcest nos embarcó en un viaje de altibajos emocionales, felicidad, tristeza, compasión y la demostración de por qué son una de las bandas más únicas del planeta.
“Je Suis D’ailleurs”, “Untouched”, “Oiseaux De Proie” y “Onyx” concluían con la primera parte de la velada, para que luego de un breve receso, “Souvenirs D’un Autre Monde”, la canción más icónica del grupo.
Es extraño como el público se mece ante propuestas así, quizás por curiosidad, por culto, por figurar y obviamente por gusto, pero en tiempos donde la diversidad se hace cada vez más grande y que Alcest es escuchada por personas de diferentes realidades y preferencias, al mismo tiempo se vuelven uno. Alcest une en su cometido. Embellece las auras, se ancla en los huesos e incluso ocasiona un par de lágrimas.
“Percées De Lumiére”, “Autre Temps”, “Sur L’Océan Couleur De Fer” y “Lá Oú Naissent Les Couleurs Nouvelles”, terminaban con la segunda parte, para luego marcar el final con el único bis ante “Delivrance”.
Alcest ofreció un show inolvidable. Ojalá vuelvan pronto.