Hablamos con Hernán Mantoani, guitarrista y cantante de Bulldog, previo a su tremendo show en Teatro Vorterix de fines de septiembre, lanzando “Sangre Y Fuego”, el nuevo disco de estudio de la mítica banda de punk rock. Tantos años de historia… y como el vino, cada vez mejor.
RC: ¿Cuáles son las expectativas para este fechón?
Hernán: La verdad es que si, es otro pasito más. Pero lo tomamos como algo más importante y latente por presentar “Sangre Y Fuego”. Este disco tiene un condimento especial porque nos fuimos a grabarlo a España, con nuestro amigo Nando, guitarrista de La Fuga. Nos adentramos en una aventura de 20 días grabando allá en una ciudad hermosa, Reinosa de Cantabria en el norte, digo ciudad, pero es un pueblito de 10 mil habitantes. Y aparte de eso hicimos cinco shows con La Fuga para continuar sumando, ya era la cuarta vez que tocamos allá. Ahora estamos presentando este disco que nos tiene muy contento por cómo se dio, el sonido y trabajar con Nando. No teníamos muy en claro cómo iba a ser laburar con él pero la verdad que increíble, desde la pre producción que le mandamos hasta sus toques y los diez elegidos que quedaron y nos encantaron. Hoy digitalmente podés tener el avance de todo y así recibíamos sus maquetas. Le dio un toque españolazo al disco (risas). Por suerte el adelanto homónimo tuvo buena repercusión, uno va para hacer algo así y quedó perfecto. El Vorterix nos encanta.
RC: Lindas vacaciones también para ustedes el irse a España…
Hernán: Lindo, lindo, el viaje, aprender, las culturas. Da mucha enseñanza y riqueza interior y al grupo. La otra realidad es que estábamos todos los días de 10 a 8 de la noche grabando, salvo los días que tocábamos que prácticamente es lo mismo. Solo tuvimos un día de calma, que fue en Segovia. Desde 2013 que no grabábamos y estábamos en toda esa movida de ya sacar algo.
RC: Justamente hablando de la modernización de las cosas, el gusto de grabarlo allá es más enriquecedor.
Hernán: Exacto. Creo que también es lo que uno va generando, nuestra idea es siempre mejorar. Siempre pensamos que hicimos poco y en cada disco enfrentarnos a nosotros mismos. Somos bastante incursionadores en el cambio de equipos y probar cosas nuevas. Siempre hay momentos en la vida en los que aprendemos. Me traigo de allá la limpieza que tienen para con las guitarras. Recuerdo al grabar “Salvaje”, que lo produjo Michel Peyronel y Álvaro Villagra, son muy de una rama más riff y hard rock y no teníamos tantas vueltas. Y hoy por hoy ya las tenemos incorporadas y nos gusta eso de limpiar las guitarras ahora para que quede más limpio el sonido. Vamos evolucionando a cada paso. Y la respuesta de la gente es increíble.
RC: Quizás desde un punto de vista más personal, sobre todo al estar dentro del punk rock, Bulldog siempre se las arregló para ser diferentes.
Hernán: Si, creo que si bien no era una meta, se terminó dando. Cada disco es un fiel reflejo de la situación momentánea del grupo en sí, pasa en todos lados. Si estás bajoneado o feliz, se nota en el disco. Nosotros nunca nos establecimos un límite para un disco o para ver si podíamos sonar en la radio. Todo se dio de forma natural. Cada vez que te metés más, te informás y etc se va notando en las canciones. Más que por lo que uno proyecta.
RC: En “Sangre Y Fuego” se nota la canción, pero también se nota la rabia.
Hernán: Una de las cosas que dijimos que si fue la idea del proyecto, fue el inclinarnos más a la canción pero también darle comienzos distintos. Como falsos cortes de difusión (risas). Más potencia, más melodía, nos encanta. No cargar todo de arreglos, sino una esencia entera. Más Bulldog de la primera época pero con el sonido de ahora. Rápido, fuerte y hacer coros abiertos, estribillos que emocionen. Pero sin cargar. Somos de tirar muchísimas ideas y a veces no nos damos cuenta que al adornarla tanto terminás afeándola. Estuvo bueno ceder el terreno para el productor y delegar algunas cosas que siempre nos pusimos encima. En conjunto más que nada, no había ninguna voz solitaria. En un compendio de cosas, darle la última palabra al productor.
RC: Viene siendo un año tranquilo en cuanto a tocar en Capital para Bulldog, ¿quizás esa tranquilidad viene con el título del disco? ¿Sangre y fuego, que cada vez sea como si fuese la última?
Hernán: Es una buena reflexión, fue medio como una serendipia. No lo había pensado de esa manera pero tenés razón (risas). También fue la idea del proyecto que hicimos de meternos de lleno en el disco y hacer pocas fechas para generar expectativa. Creo que cuando más espacias los shows, el show se hace más efusivo, más sanguíneo. Siempre somos de tener mucha comunión con la gente, somos de esa manera y siempre vamos a ser así. No como otros caretas (risas). Nos damos cuenta que al hacer eso va más gente a los shows, sobre todo con la enorme cantidad de oferta que hay y lo apretados que están en los bolsillos. Ahora nos vamos a Rosario, a Córdoba y empieza a hacerse un círculo de cosas eterno. Es increíble lo que es la familia Bulldog. En un primer momento, cuando veníamos a Capital, venían colectivos de gente de Rosario… hoy día, es al revés (risas). Hay cosas que no tienen precio. Se generan cosas como amistades, gente que se encarga de armar gente para ir a nuestros recitales, gente que se casó, que se puso de novio gracias a nosotros. Eso no tiene precio. Nos pone muy contentos. Es inexplicable ese sentir. Somos humanos anti estrellas de rock.
RC: Le da ese empuje a Bulldog. Siempre es la idea de renovarse ¿no?
Hernán: Y… la gente se encierra al pedo. Siempre va a haber encasillados. Pero en el punk rock tenés de todo, desde lo extremo con The Exploited, lo menos con Stiff Little Fingers, hay de todo dentro de la rama esta. Hay que estar abierto a todo. ¿Qué le vas a decir a Green Day por hacer un tema como “21 Guns”? La única meta que nos pusimos como banda es siempre hacer lo que queremos y que nos haga felices, es al pedo ponerse límites, terminás encerrándote en vos mismo y no salís de ahí. Y así es como la gente lo entiende como son las cosas. Por eso al día de hoy sobrevivimos y no nos mataron (risas).
RC: ¿Creés que falta alguna meta?
Hernán: Nos quedó siempre pendiente el hacer un Obras… pero cerró… y ahora abrió otra vez (risas). O sea que guarda… a lo mejor antes de fin de año sale algo. Es algo que no nos saca el sueño, pero es un gustito. Vi a Ramones, a Suicidal Tendencies, a Violadores, tenía otra mística ese lugar y me da muchos recuerdos. Son ganas de fanático el querer tocar ahí. Ojalá se diera y pudiéramos tener la mística de antes. Un pequeño sueño que me quiero dar (risas). Nosotros somos Bulldog, más de 25 años de pequeños sueños.
Crédito Foto: Chema Pacheco