Los Olestar son un fenómeno social. Cortito y al palo. Una banda formada por tres Shaila y tres Emotive que se dedica a hacer versiones punk rock/ hardcore melódico de himnos de la cumbia nacional. Simplemente, en mi opinión, creo que tuvieron la mejor idea del under nacional, y por eso todas las cosas que les suceden son gratificantes. Tuvimos la oportunidad de hablar con Yasser, su guitarrista, adelantándonos sus próximos planes con los creadores del “pongo” y demostrando por qué debe haber más diversidad musical y humana en la escena. Esto es lo que tuvo que decir en una amena charla en su bar Rocket, a metros de la Bond Street.
RC: Contanos cómo viene este 2014 para Los Olestar.
Yasser: La verdad, al año del primer disco “Pa Jugá”, pudimos lanzar este, “#TeRreCabió” y, lo que siempre decimos, la repercusión superó nuestras expectativas. Hicimos 200 fechas en 2 años como banda y tocamos desde Attaque 77, Kapanga, Sergio Denis, Ricky Maravilla, con Los Chacales, 2 Minutos, Flema, etc. Tocamos con un abanico de estilos musicales, y eso está buenísimo porque la gente se prendió en un segundo. Así que decidimos sacar el disco nuevo enseguida, es como la continuación del debut, todos los clásicos que habían quedado afuera. Estamos muy contentos, la banda sigue tocando, creciendo. Muy orgullosos.
RC: Cuando tomaron la idea de formar todo esto, ¿pensaron que iban a tener tanta aceptación?
Yasser: Desde un principio imaginamos que la gente que se iba a copar iban a ser los que siguen a Shaila y Emotive. También que íbamos a recibir bardeadas, pero la verdad fue al revés, como que se acompañó pero el público es muy variado. Tenés desde el punk con cresta con la remera de Flema hasta una secretaria que viene con los tacos, hasta una pareja que se acerca a una fiesta donde tocamos, como si fuera la escapada porque tienen hijitos chicos, tenés un promedio de gente desde los 20 hasta los 40 años. Vas a un recital y ves gente que asiste usualmente y otros que no es del palo ni nada, que no conoce nuestras bandas anteriores o de donde venimos. Me pasó recién que me cruzó un pibe que no iba a ver a Shaila hace 10 años, y me dice: “eeeh, aguante Los Olestar!”. La gente nos aceptó. Se dieron cuenta que es una banda que fue hecha en joda, o sea, salimos con camisas hawaianas, no con una postura en serio. La gente se copa y entiende que nos queremos divertir. Hemos tocado en recitales 100% punk, y ves a la gente que está bailando y cantando, nunca insultos. La verdad, se dio naturalmente y eso nos dio fuerza para seguir versionando temas.
RC: Hablás de continuación en cuanto a los discos, ¿encontrás alguna diferencia?
Yasser: Quizá en el primero tenés todos los hits de la cumbia, pero en este están los segundos hits. Nos dimos cuenta que hay temas como “Te Amo”, que si bien no es conocido, la gente después lo pedía. Buscamos temas que nos gusten. Pasa que mucha gente no conoce el tema original, y después lo escuchan y es un flash. Como si pasaran del odio al amor con la cumbia gracias a nosotros (risas).
RC: Hay que recalcar que no son una banda de cumbia. Los Ole son cumbia punk
Yasser: Claro. Nosotros tocamos punk rock. La gente ve que somos unos chabones grandes, se cagan de risa y ven como nos ponemos en el personaje. En los shows decimos cosas que seguro no diríamos en los recis de Shaila o Emotive. Cosas como “saquen a las chicas”, “mirá, esa gusta de vos, tirale los palos”, ya nos pasó que nos pidieron subir al escenario y que hagan propuestas de matrimonio. Es muy loco. Estuvimos en fiestitas de 15, en casamientos. Y terminan más contentos los más jóvenes que los grandes, pero están todos felices por igual.
RC: Los temas que eligen ustedes los mezclan siempre con algún clásico del punk.
Yasser: En este disco lo que tenemos es que tratamos de hacer más hincapié de dónde venimos, que es el hardcore melódico. Entonces hicimos, quizás no temas tan conocidos, pero temas de No Use For A Name y Lagwagon, bandas que son muy de la gente del palo. A muchos les encanta el riff de NUFAN, y la gente que no los conoce les gusta igual. El que lo conoce le gusta más y el que no, lo descubre. Esa gente de la cumbia se pone a buscar estas bandas, como pasa que el punk busca las cumbieras. Se produce una mescolanza.
RC: también hay bandas nacionales, como Expulsados, Bulldog…
Yasser: Son todas bandas que somos amigos, que admiramos y que compartimos escenario con Shaila. Nos gusta mucho. Y también está bueno hacer lo que nos canta. Mezclamos un tema de Expulsados con “Vienes Y Te Vas” de La Base. Punk bolichero (risas).
RC: En tu caso, ¿cómo se llevan de la mano todos tus proyectos?
Yasser: Tuve que dejar Será Pánico. Con Shaila estamos volviendo muy fuertes, con el nuevo disco y las giras. Me ha pasado que hubo fechas que se me cruzaban, como una en Ramos Mejía que tocaban Los Olestar y Será Pánico el mismo día. En el año de Serapa yo ya estoy con Shaila en Chile. Está todo bien, ellos me bancan, pero a mí no me gusta ser la “Moria Casán” del grupo, eso de aparecer y desaparecer. Se podía seguir estando, pero no me parecía no estar siempre. Cuando empecé, estaba muy metido en el proyecto, cómo desarrollar la banda y todo, pero últimamente no tuve mucho tiempo para ellos. Sumándoles el bar, Shaila, Los Ole, son muchas cosas. El sábado hice “Cebado” en Vorterix, haciendo una despedida con los chicos. Me encantan las canciones y sé que la banda tiene mucho futuro. Me fui muy bien, sigo siendo amigo de los chicos, sé que si encuentro tiempo, puedo volver a la banda. También puedo tocar como invitado. Pero me fui por un motivo de dedicación de tiempo para ellos, no puedo estar el tiempo que se merecen.
RC: Volviendo un poco a Los Ole, en el primer disco eran temas de cumbia hechos punk rock, pero ahora meten cumbia en “Te Rre Cabió” y reggae en “Él Soy Yo”.
Yasser: Tratamos de variar un poco, y metimos cosas distintas. Lo que nos está pasando es que nosotros somos muy de la cumbia clásica, la de la mejor época. Pero la gente joven que nos viene a ver le gusta más la cumbia villera. Están a full con eso, tocás un tema así y les encanta. Si tocamos uno de Gilda está todo bien, pero si hacemos uno de Pibes Chorros la gente se estalla sola. Explota todo. Es como que la otra generación está más presente. Seguramente ahora larguemos un EP de cumbia villera como en su momento hicimos el de “Cumbia Santafesina vs. Cuarteto”. Seguro hagamos 5 o 6 temitas. Tenemos dos integrantes, que son el Gordo y el Muñeco, que saben mucho de la cumbia, el Muñe es de la cumbia romántica y el Gordo de la cumbia villera. Son distintos palos. Nosotros elegimos los temas más conocidos. Un caso fue cuando elegimos el de la Mona. Cuando fuimos a Córdoba, tocamos uno de él, y la pasión que tienen allá por el chabón es increíble, no podíamos decir cosas como “imaginate si se muere la Mona”, ¡nos mataban! (risas). Es muy grande esa pasión. Mete 7000 personas todos los viernes en el mismo lugar todos los años. Es un ídolo popular. Vas descubriendo cosas. Yo no le daba mucha bola a la cumbia, pero gracias a esto conocí un universo completamente distinto al que vivía. Como decimos nosotros, los guitarristas de la cumbia son todos “heavys frustrados”, porque las cosas que hacen con la guitarra son muy difíciles, no hacen bases los de Los Charros, hacen escalas, punteos. Son músicos muy buenos, los bajistas lo mismo, los vientos, hasta el rayador tiene su tema. Se meten en la cumbia porque saben que eso les puede dar de comer, y por eso dejan sus bandas pesadas. Esa es una teoría claro.
RC: ¿Planes para el resto del año?
Yasser: El 9 de noviembre tocamos con Attaque 77 en Groove, junto a Mal Momento y I.R.A. Después seguramente hagamos una segunda fiesta Allsides en Niceto, como hicimos en agosto para presentar el disco. Ahí fueron casi 900 personas, y ya queremos hacer otra. Por el interior también hay muchas fechas. Y el 31 de diciembre cerramos el año en Niceto en una fiesta inmensa. Con Shaila estamos a full también. En cada ensayo sale un tema nuevo. En marzo entramos al estudio, porque ahora Santiago está de vacaciones. Pero seguro hay 10 temas. Estábamos tranquilos, pero después del reci en Palermo Club, que fue muy emotivo y se notaba el agradecimiento de la gente, eso nos llenó de energía. Nos conocemos hace 30 años, desde que teníamos 4, y seguimos igual que desde la primera vez. Ahora viajamos a Chile a festejar los 20 años. Acá el festejo no va a ser algo oficial, va a ser algo medio oculto, que la gente se va enterar por el boca a boca, en un lugar chiquito antes de fin de año.