Hablamos con Al Barr, cantante de Dropkick Murphys y leyenda viviente de la autogestión en el punk rock y todas sus vertientes. El mismísimo día que se presentaron en un Teatro de Flores colmado de fiesta y cerveza, tuvimos la oportunidad de charlar con él sobre muchas cosas. Esto es lo que tuvo para decir…
RC: ¿Cuáles son tus expectativas para esta nueva fecha en Argentina?
Al: La última vez que estuvimos aquí, la audiencia estaba muy apasionada, fue un show muy cálido y excitante. Estamos muy agradecidos y con ansias de volver a pisar las tablas argentinas. El público siempre es el octavo miembro del grupo, cantando todos juntos, somos uno. Espero que demos el mejor show posible para todos ustedes. No veo la hora de que ya se haga de noche (risas).
RC: Ya desde la primera vez conectaron con el público argentino…
Al: Es verdad, desearíamos no estar tan lejos para venir todos los meses (risas). Desgraciadamente estamos muy lejos. Pero cuando venimos, nos sentimos como un segundo hogar. Especialmente en Sudamérica donde ni siquiera tienen el inglés como un segundo lenguaje, por eso es hermosa e inexplicable la conexión. El verlos cantar a ustedes nuestras canciones, no tiene precio.
RC: Es la magia de la música, ¿no? Además, ustedes no ofrecen un concierto, es una fiesta.
Al: Exacto, es nuestra cosa (risas). Decidimos incluir al público, no excluirlo. Hay bandas que consideran que por el éxito que tienen son mejores que la gente del público, pero la realidad es que en su ceguera se olvidan que sin la gente, ellos no son nada. Siempre recordamos eso. Siempre recordamos de dónde venimos.
RC: Es como si pusieran una barrera entre la gente y la banda…
Al: Claro. De vez en cuando están esas vallas reales, pero intentamos que no haya ninguna. Queremos incluirlos a todos y no hacer un show de una hora sin sentimientos. No somos ningunas estrellas. Tengo mucha suerte de hacer lo que amo por más de 21 años.RC: Justo lo decías, ¿cómo resumirías todos estos años?
Al: Para mi serían 20 años el año que viene con DKM y 10 años antes también tenía otra banda, serían 30 años de carrera. Es mucho (risas). Es increíble y creo que nunca voy a comprender lo rápido que pasa el tiempo. Todavía recuerdo los primeros días, cuando éramos 4, ahora somos 7, se agranda la familia. El abrir para bandas, etc. Es un viaje increíble y nos sentimos muy afortunados. Cada vez que tengo que describir la música exitosa, me doy cuenta que no se le da a todo el mundo, el seguir vigente y mantener un “éxito”. Pero la realidad es que siempre estamos a un paso de todo, nunca bajamos los brazos. Me encanta el atraer a gente que ni siquiera escucha punk rock y nos siguen a nosotros. Antes los chicos venían a nuestros shows y dos años después venían con sus padres, y ahora veinte años después, los chicos traen a sus hijos. Siempre decimos eso: “sigan trayendo a sus hijos, sigan agrandando la familia”. Me enorgullece. Eso es algo que el éxito en general no te da, las pequeñas cosas son las más importantes.
RC: 20 años de estar en la banda, 10 años de ser independientes. Es raro ver a una banda tan grande yéndose para el lado de la autogestión.
Al: Uff… ¿ya pasaron 10 años de eso? Gracias man, en serio. No puedo creer cómo pasa el tiempo. Creo que empezamos a ver lo que estaba sucediendo. Fuimos como pronosticando el clima y el horizonte y la tormenta que se avecinaba. Después de estar con Hellcat y Epitaph, dos grandes sellos, nos sentimos como presionados y necesitábamos estar en control de lo que generábamos. Cuando terminamos el contrato con ambos sellos y después de ver con quién firmar, decidimos por irnos solos. La gente ya no compraba discos, todo lo descargan por internet. Y directamente cortamos el intermediario. Ahora con los discos, obviamente que hablamos con gente para distribuir, pero nos sentimos más libres. Creo que no es tan necesario el tener un sello. Es esa idea romántica que tienen las bandas jóvenes que se mueren por tener un sello que los respalde, pero nunca verán las ganancias de las cosas que hacen. Pocas veces si sos éxitoso, imaginate si no lo sos. Es complicado. Tomamos esta decisión porque queríamos ser independientes y navegar nuestro barco por nosotros mismos. Valió completamente hasta ahora. Las ventas de discos son terribles para todos. Y ahora la gente trabaja sus discos de otra manera. Con otra mentalidad. Con los shows te das cuenta a quién le va bien o mal. Antes era con las ventas, ahora con los recitales. Ya no podés guiarte por algunas cosas de antes.
RC: Realmente son un modelo para las demás bandas…
Al: Puede ser (risas). Hubo un momento en que nos decían: “¿cuándo van a firmar alguna banda que les guste?”. Y siempre respondimos que no. Considero que arruinaríamos su carrera y obviamente no queremos hacer eso. Creemos que cada uno debe tener el control de lo que hace. Una cosa es ayudar, otra cosa es tomar el control de la carrera de otra persona. Todo cuesta mucho, ya sea en esfuerzo como dinero. Pero siempre vamos a creer en el CD y nuestros fans siempre responden comprando nuestros discos. La gente siempre va a querer lo gratis…
RC: Pero también tener el disco en la mano, no tiene precio…
Al: Si, pienso lo mismo. Ahora vivimos en una época en la que todos tienen celulares. Y solo los viejos recuerdan el disco, el vinilo. Es algo generacional. Los jóvenes simplemente llenan sus celulares con miles de discos. Ahora el vinilo está volviendo. El ritual de la música está muriendo, pero de a poco está volviendo. No podemos dejar morir esas cosas. El arte, la historia, las letras. Ese era el ritual de comprar música. Ahora es todo rápido y pierde su magia. Recuerdo la época de Napster que antes de editar algo, dos semanas antes todos tenían tu disco. Las bandas decían: “dejamos el regalo en el árbol de navidad y nos lo robaron”.
RC: ¿Cómo fue el proceso de composición de “11 Short Stories…”?
Al: Nos fuimos de Boston para Texas a grabarlo y vivimos algo que nunca habíamos experimentado. Algo que podría haber salido muy bien o muy mal (risas). Y terminó saliendo de una manera excelente. Estábamos en el medio del desierto y estuvimos juntos en todo el proceso sin las interrupciones que hubiésemos tenido en Boston. Fue algo nuevo para aclimatarnos. Nunca dejábamos el embrión de la creatividad. Siempre estábamos en esa burbuja. Nos ayudó muchísimo a que el disco salga de la manera que esperábamos.
RC: Es increíble como en 20 años siempre logran que cada disco suene distinto…
Al: Es la idea. Todos somos fans de la música y desde siempre escuchamos cosas nuevas. Hay que tener perspectiva. Cuando estás dentro de la música, hay que tener ese punto de vista. Somos nuestros propios peores críticos. Si no es tan bueno para nosotros, entonces ni siquiera queremos molestar a los fans. Somos muy detallistas. Algo que creo que es nuestra mejor y peor virtud (risas).
RC: ¿Cómo compararías la manera de trabajar que recién me contaste con las demás? ¿Volverían a hacerlo?
Al: Creo que sería distinto otra vez. Cada disco tiene un proceso creativo distinto. Eso ayuda a que como vos dijiste, cada disco sea distinto. Por ejemplo, los Ramones, una de mis bandas preferidas, en cada disco uno sabía lo que se iba a encontrar y todos sus discos son increíbles. Pero con nosotros nunca vas a saber con qué vamos a salir. Estate seguro que siempre vamos a tener punk rock irlandés, pero siempre cambiando la fórmula, la receta. Solo uso a los Ramones como ejemplo porque ellos eran el tipo de banda que no importara el disco que sacaran, siempre iba a ser uno increíble, sacando algún que otro cambio cuando iban envejeciendo. Los amo a esos muchachos.
RC: ¿Cuáles son sus planes para el resto del año?
Al: Este es nuestro último tour del año. Recién a fines de enero y principios de febrero giraremos con Flogging Molly y tendremos nuestra fiesta del día de San Patricio. Pero desde octubre del año pasado que estamos trabajando constantemente. Desde difusión con los medios, conocer a los fans y expandir el área del disco, girar y girar todo el año. Ahora es momento de pasar tiempo con nuestras familias. Estuvimos todo el verano de gira, por Europa y con Rancid. Pero ahora quiero estar con mis hijos, dos de ellos van a estar cumpliendo en diciembre y hace poco mi otro hijo también cumplió y estuve con él. Ellos saben que así papá lleva comida a casa (risas).
RC: ¿Qué le dirías a quien hoy te va a ver por primera vez?
Al: Esperen que demos el 110% Hay que dejar todo en cada show. Hay que tocar cada show como si fuese el último. Queremos que todos recuerden el momento. Siempre me pongo nervioso con mariposas en el pecho, es un privilegio y un honor y tocar para ustedes. Estamos muy agradecidos.