ESTRENOS: «LA UTOPÍA ESTÁ EN EL HORIZONTE»

Volvimos. ¿Cuántas veces hemos vuelto? Muchas. ¿Será esta la definitiva y el poder lograr la regularidad de subir data y posteos todos los días (o al menos entre semana)? Ni idea. Pero bueno, volvimos. Y con una frase del maestro Eduardo Galeano, les traemos comentarios de los estrenos del último mes de marzo y adentrándonos en este inminente abril. «La utopía está en el horizonte», y el futuro se ve más complicado que nunca, pero acá estamos: resistiendo.

 

Las Memorias De Sing Sing (2024), dirigida por Greg Kwedar – Drama

De manera desapercibida, con bajo perfil y una humildad bellísima, Greg Kwedar junta las memorias de ex y actuales convictos de la cárcel de Sing Sing en Estados Unidos bajo un ímpetu catártico, buscando humanizar constantemente decenas de vidas golpeadas por la desdicha, la mala suerte y las malas decisiones. Historias de redención, realizaciones, sufrimientos y (des)apego que se van hilvanando mediante un taller de teatro y una gran presencia por parte de Colman Domingo, Sean San José y Paul Raci se aúnan en un guión escrito por sus propios protagonistas y personas que narran sus vivencias mediante la expresión artística. «Morir es fácil, la comedia es difícil», se masculla por los pabellones al adentrarse en un tiempo donde no pasa el tiempo, y la libertad es una mera idilia que algún día será alcanzada. 

Desgranando justicias e injusticias, y golpeando fuerte por momentos al sistema carcelario estadounidense, con la derrota a cuestas y a sabiendas de los errores cometidos, «Sing Sing» se desenvuelve en una película especial, entrañable desde el minuto cero que continuamente promulga la reflexión hacia un sistema roto que oprime constantemente. 

El poder terapéutico mediante la liberación tras las rejas invocando tanto a Shakespeare como a los poetas barriales, queriendo cruzar cuanto género teatral se pueda, con honestidad y humanidad perpetua, se vuelve lentamente un film de obligatoria vista en tiempos donde arrasa la comercialidad, lo artificial, lo superfluo y lo plástico. 

Memorias De Un Caracol (2024), dirigida por Adam Elliot – Drama

Hablar de películas especiales, es hablar sobre «Memoir Of A Snail», una película hecha en stopmotion oriunda de Australia con la autogestión a flor de piel y la melancolía como recurso inaudito de contar experiencias de vida sin pelos en la lengua, y al paso de un tierno caracol. Hermano y hermana separados por las incontingencias de los páramos de la existencia, entre una infancia ardua y los golpes del tiempo, pero con el amor fraternal siempre presente, van construyendo sus personalidades, sus caminos, sus infortunios y su confianza, hasta el momento que puedan volver a estar juntos. 

«La infancia es como la vida de un borracho, todos se acuerdan lo que hiciste menos vos.», se vocifera tenuemente con ternura y desgracia, pero con la frente en alto ante los acontecimientos que van viviendo Grace y Gilbert. ¿Cómo abordar la esperanza cuando todo parece estar perdido o cuándo es tan difícil encontrar un rumbo claro? La vida toma sentido al revés, pero hay que vivirla mirando para adelante. 94 minutos de frases que se impregnan en el pecho y retumban fuerte, convirtiendo a «Memoir Of A Snail» en una de las películas más hermosas de los últimos tiempos, y digna de reveer varias veces para comprender y abrazar el sentido de pertenencia del día a día.

Rescate Implacable (2025), dirigida por David Ayer – Acción / Drama

David Ayer encontró en Jason Statham un confort que solamente ellos dos deben entender. Luego de haber lanzado el año pasado «The Beekeeper», la dupla arremete con esta olvidable trama sobre un ex militar que tiene que salvar a la hija de su jefe de una red de trata que se propaga por Estados Unidos, logrando su cometido con pocas palabras y muchos golpes. Un reparto que encuentra a unos David Harbour, Michael Peña y Jason Flemying, prácticamente, de vacaciones y sin muchas ganas de actuar, para que el buen «pelado» Statham haga de las suyas y se saque de encima un enorme puñado de malvivientes en casi 30 minutos de acción y una hora y media restante de drama superficial sin mucho contenido, ni mensaje ni profundidad, dejando incluso sentadas las bases para una posible secuela, ya que nos enfrentamos a una adaptación de una novela,  «Levon’s Trade» de Chuck Dixon, y al parecer, aún queda mucho por contar. 

Con la particularidad de contar con el guión y producción del mítico Sylvester Stallone, «Rescate Implacable», o «A Working Man» en su idioma original, es otra de esas películas destinadas al fracaso desde el vamos. Aunque hay que hacer la mención aparte que el autor original de la novela, también fue el escritor original de «Batman Ninja» y «Merry Little Batman». En fin, dato innecesario para un film innecesario.

Una Película De Minecraft (2025), dirigida por Jared Hess – Comedia / Aventura

Jared Hess tiene en su palmarés «obras» como «Napoleon Dynamite» y «Nacho Libre», por lo que era sabido que «A Minecraft Movie» iba a tener altos niveles de bizarreadas e hilarantes diálogos sin sentido, y oficiando como una cruza entre Mario Bros y Pixels, el recurso del videojuego en el que está basada es justamente un recurso, no haciendo tanto hincapié en la historia, sino yendo directamente a la nostalgia ochentera y a la comedia familiar, con algunos que otros atisbos de chistes un poco subidos de tono que solo los mayores entenderán gracias a prosa rebuscada en tiempos de pocas gracias. Jason Momoa y Jack Black forman un particular dúo, mientras que la juventud dice presente con Emma Myers y Sebastian Eugene, bien acompañados por Danielle Brooks y Jennifer Coolidge.

Con muy poco, «A Minecraft Movie» logra mucho, y ese mucho es tan básico como lo que tiene que hacer: entretener. Simplemente entretener. No hay que buscarle explicación ni razón ni mucho menos lógica, con simplemente un balde de pochoclos, una gaseosa y olvidarse de los problemas por 101 minutos. Ya es mucho con la realidad para complicarse el presente, mientras, vayan a disfrutar en familia.

Parthenope (2024), dirigida por Paolo Sorrentino – Drama 

«Parthenope» no es una película fácil. Paolo Sorrentino, su director, lo sabe, y aún así pudiendo haberse embarcado por otras aguas, decidió recurrir al vacío. Entre el mito de una sirena nacida en el mar, de irrevocable y pura belleza que cautiva un centenar de hombres al acecho, con una magnífica Celeste Dalla Porta, a la que le quedó chico el papel de Parthenope, y un tímido Gary Oldman, vamos adentrándonos en un guión que deja sabor a poco, con pizcas de misoginia inusitada y poca profundidad hacia el verdadero problema que plantea, pero que, y debo decir que lo hace conscientemente, decide dejar de lado y hacer caso omiso, para continuar perpetuando una sociedad machista y retrógrada.

Sorrentino tiene en su haber una filmografía harto prolija, e incluso con «Youth», del 2015, que abarcaba una trama algo similar (y al mismo tiempo diferente) que Parthenope, pero toda su experiencia y raciocinio se vio ofuscado entre ofender con un carácter intelectual sobre exagerado y una fantasía sin fuerza sustancial. Se abre continuamente el debate de ver una obra por lo que es y descomprimirla, porque para eso está el arte, para interpretarlo y sobre todo, cuestionarlo.

Tierras Perdidas (2025), dirigida por Paul W.S. Anderson – Acción / Aventura

Luego de la saga Resident Evil, vuelve el querido Paul W.S. Anderson, quien supo darnos «Event Horizon» y que encuentra en su musa Milla Jovovich, una nueva razón para arremeter con historias de ciencia ficción que solamente el comprende, esta vez secundada por un Dave Bautista que quiso escaparse del cine de acción para volver corriendo a él. 

«In The Lost Lands» es inentendible. Es como si a Anderson lo hubiese poseído algún concepto perdido de Zack Snyder y quiera introducir brujas, hombres lobos, bestias y religión en un choclo sin sentido de frases vacías y conquistas insignificantes. Un western steampunk oscilando con la fantasía oscura en el medio de una travesía post apocalíptica que hubiese quedado mejor como un mero videojuego del montón, para convertirse en una película que seguramente cada una de las personas que participó, ya se debe haber olvidado. 

Primeros planos bastante cuestionables para un director con tanta experiencia, una trama que brilla por su ausencia, plot twists que poco importan ya que no se desarrolla empatía por los personajes, y un sinfín de secuencias de acción de dudosa calidad. Creo que no hay que decir mucho más.

1978 (2024), dirigida por Luciano Onetti & Nicolás Onetti – Terror / Suspenso

Es complicado hablar de una película como «1978». Debo admitir que los primeros 15 minutos demuestran el verdadero terror, que era la rienda suelta que usaron los militares con las desapariciones forzadas y las torturas en los centros de detención, logrando quizás llegar a un nivel que podría haberse enfocado con seriedad, cautela y un buen guión, pero no. El factor «Cuando Acecha La Maldad» pegó fuerte en el panorama del terror, tanto argentino como mundial, y la necesidad de replicar ese impacto no pudo tener peor dirección que la que quisieron tomar los hermanos Onetti, que optaron por usar una ficción más horrenda que lo que fue el mismísimo contexto social. «1978»  se destruye completamente sola y desperdicia 81 minutos de cualquier persona que se ponga enfrente de la pantalla.

Por último, y debo decir lo más importante, se trató de una forma completamente irrespetuosa (de la cual espero que haya sido sin intención) a la época más oscura de nuestro país. La última dictadura militar no es un hecho para «adornar» con demonios, gore y satanismo. Es innecesario usar de recurso a una parte tan importante de nuestra historia. No se olviden de la memoria. Son 30.000. Nunca más.

Habitar La Sombra (2024), dirigida por César Italiano – Documental

«Habitar La Sombra» es un documental que se centra en la ciudad de La Plata, en las voces que no se escuchan, en la fuerza de la lluvia sobre una sociedad trabajadora, en las charlas que se pierden por las calles numeradas. Con una hermosura visual y cuidada, intenta, tiene intenciones honestas y se nota constantemente, pero el haber aplanado su narrativa y no dejar una voz como narradora o protagonista, opaca ese miedo que habita de tener que sufrir otra inundación, pudiendo ahondar mucho más en su cometido. 

Pulcra y minimalista como justamente el documental lo pide, pero hay una clara necesidad de que su discurso sea más fuerte. Es noble dejar que las imágenes hablen, pero a veces (por no decir siempre) necesitamos ruido para que esas voces se escuchen.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.