Las emociones traspasan barreras y fronteras es a ciencia cierta algo global, afirmación que los GOL OLÍMPICO representan y respaldan a pura piel y corazón, con raíces en México, pero con la particularidad de que sus integrantes no solo residen ese país, sino también Estados Unidos y Canadá. Propiamente dicho, desde Monterrey, Nuevo León, Gol Olímpico lanza su EP debut «Reflejos de un ayer», donde la catarsis e identidad de perpetuar sentimientos se hilvana con fuerza y dulzura en canciones inconmensurables. Esto es lo que tienen para decir…
RC: ¿Cómo surge Gol Olímpico y cómo se les ocurrió el nombre de la banda?
Gol Olímpico nació después de varios años en los que estuve lejos de la música. Llevaba casi ocho años sin componer, hasta que un amigo me mandó unas maquetas viejas mías que se encontró en un disco duro, de cuando tenía 16 o 17 años, de un proyecto emo que subí a MySpace. Escucharme tantos años después me hizo algo y me devolvió esas ganas de escribir, aunque al inicio fuera sólo para mí. Con el paso del tiempo, y gracias a la insistencia y apoyo de varios amigos, me animé a tomármelo más en serio y a darle forma real al proyecto.
Así empecé a trabajar canciones nuevas desde Estados Unidos, y poco a poco se fueron sumando amigos que viven en Canadá y en México. Nunca hemos estado los cinco integrantes juntos en un cuarto; todo lo hemos construido a distancia, compartiendo demos, grabaciones y muchas platicas por google meets. Creo que esa dinámica terminó influyendo bastante en cómo suenan las canciones, porque cada quien aporta algo desde su propio lugar y sus propios recuerdos.
El nombre “Gol Olímpico” lo tenía guardado desde hace diez años. Me gusta porque sigue esa tradición de muchas bandas emo, sobre todo del Midwest en Estados Unidos,que se llaman con referencias deportivas, como American Football, All-Time Quarterback!, y más recientemente, Free Throw, Turnover, Modern Baseball, etc. Pero más allá, para mí se volvió una metáfora que ha significado diferentes cosas con el tiempo: migrar de país, crecer, aprender a prueba y error. Para mí simboliza esos instantes en los que, en medio de lo absurdo que puede ser la vida, aparece algo inesperado que te devuelve la esperanza o te da un momento de contentamiento y paz, aunque sea breve.
Aunque yo tenga mis razones personales, al final, para mí el nombre significa lo que cada quien quiera que signifique. Me gusta pensar que las canciones puedan significar diferentes cosas para diferentes personas. Creo que eso es lo más bonito del arte en general, sea música, literatura, cine o pintura: se vuelve algo tuyo, aunque haya nacido de alguien más.
RC: ¿Cómo fueron viviendo la transición de ir mostrando sus primeras canciones «Pasan Los Días» y «Casa, Como Ningún Lugar Hay»?
Mostrar esas primeras canciones fue todo una montaña rusa y, sobre todo, una curva de aprendizaje para mí, porque la última vez que había publicado música fue en la época pre-streaming. Venía de un mundo donde las bandas subíamos canciones a Bandcamp y no existía esta dinámica de plataformas, algoritmos y playlists.
Nos sorprendió mucho la respuesta y la forma en que la gente abrazó las canciones. Fue muy especial ver cómo algo que había sido sólo nuestro, en lo que habíamos estado trabajando durante meses, de pronto empezó a ser de todos.
Gracias a esas canciones conocimos a muchísimas bandas de la escena emo mexicana y latinoamericana, y se fue armando una comunidad muy especial. Incluso, de ahí surgió la relación con Furia en Costa Rica, que terminó editando nuestro EP. Nos sentimos muy inspirados por la escena en Costa Rica y, particularmente, por ser parte de la comunidad de Sello Furia. Ha sido muy especial compartir espacio con bandas como Adiós Cometa, Lentamente, A Su Ladera y Otro Sábado Santo, Marea Tranquila y muchas más que nos inspiran mucho.
RC: Y a la hora de llegar al EP «Reflejos De Un Ayer», agregando a «Vancouver, Bc» y «Las Noches Que No Dormí», ¿cómo fue el proceso de composición y creación de estas obras?
Hay dos canciones que marcaron el inicio de este proyecto: “pasan los días” y “las noches que no dormí”, que las compuse en una misma sesión en 2022, cuando estaba viviendo en Canadá, pero vivieron guardadas varios años en una carpeta. Las otras dos: “casa, como ningún lugar hay” y “vancouver, bc” las escribí en el verano de 2024, junto a otras diez canciones que iremos sacando poco a poco en otro EP y en algunos splits.
La grabación del EP ‘reflejos de un ayer’ comenzó en septiembre de 2024 y terminó en marzo de 2025. Fue un proceso interesante y diferente, por no decir complicado. Yo grabo las maquetas en Estados Unidos, batería y bajo se graban en México en The Sign Studios, pianos y guitarras se agregan desde Canadá y México, y luego vuelvo a grabar voces y más guitarras acá en Estados Unidos. Después, todo regresa a Monterrey, donde nuestro amigo Jorge “Pingo” Ávila se encarga de mezclar y masterizar. Las fotos y toda la identidad visual del proyecto han estado a cargo de Alain Olivo, que ha sido clave para darle una atmósfera y coherencia a lo que hacemos.
Con el lado B del EP, que incluye “vancouver, bc” y “las noches que no dormí”, sentimos que el proyecto encontró su forma. Ya teníamos mucho más claro qué lugar ocupa cada instrumento y hacia dónde queríamos llevar el sonido de la banda. Aunque seguíamos trabajando a distancia, fue un proceso muy colaborativo y con muchas capas, porque cada quien fue sumando detalles que terminaron agregando mucha profundidad a las canciones. Para mí, cada canción se volvió una especie de rompecabezas emocional, donde fuimos armando las piezas hasta que encontraron su lugar.
RC: ¿De qué manera se originan las letras en Gol Olímpico?
Las letras en Gol Olímpico suelen salir de cosas muy cotidianas. Anteriormente, en otros proyectos, me gustaba mucho escribir de forma cien por ciento autobiográfica, casi como si fuera un diario. Pero con Gol Olímpico me he permitido y me he atrevido a jugar más con la poesía y la ficción en las letras: cambiar detalles, mezclar recuerdos o inventar partes de la historia.
Una gran influencia para mí en ese sentido ha sido Alejandra Kamiya, una autora argentina de origen japonés, que escribe cuentos cortos donde nunca sabes bien si está contando algo de su vida o inventando una ficción. Su interseccionalidad, el hecho de vivir entre dos culturas, resonó mucho conmigo, al estar viviendo en distintas partes de Norteamérica, y eso me ha hecho replantearme cómo contar mis propias historias.
Creo que para mí escribir canciones se ha vuelto una forma de procesar lo que me pasa. No sólo lo triste o lo complicado, sino también esas pequeñas alegrías que a veces pasan desapercibidas. Es como una manera de poner orden al caos y darle significado a cosas que, de otro modo, se quedarían flotando.
RC: ¿Qué significa el emo para ustedes?
Para mí, el emo es acompañamiento. Es un género tan honesto y visceral, que te encuentra justo en tus momentos más vulnerables, como un abrazo que no sabías que necesitabas.
Cuando tenía 16 años, me fui manejando a la playa con mis amigos de toda la vida. Me acuerdo mucho que pasaron a recogerme para irnos y me esperaban afuera de mi casa en la camioneta, mientras yo cargaba en mi iPod el disco At Home With Owen, que me había recomendado una amiga. Ese disco me cambió la vida, y durante ese viaje me acompañó en noches largas que se convertían en atardeceres junto al mar, en medio de muchas conversaciones sobre quiénes éramos y quiénes queríamos ser.
Aun cuando lo escucho hoy, veinte años después, me transporta y me lleva de vuelta a esos días en que crecer se sentía como perder pequeñas partes de uno mismo en el camino. Me pone nostálgico, pero también me hace sonreír. De alguna manera, esas canciones me abrazaron y me siguen abrazando. Y ese es justamente el emo que me gusta y el que buscamos hacer con Gol Olímpico: canciones que puedan ser ese lugar seguro para alguien más, y que se queden contigo con el paso del tiempo.
RC: ¿Cómo se vienen preparando para su presentación en el Make Emo Great Again con el aniversario de «Feliz Cumpleaños» de No Clip junto a Acróbata, Dominiko y Miraflores?
La verdad estamos muy emocionados. Para nosotros es un reto enorme porque va a ser la primera vez que toquemos en vivo como Gol Olímpico. Además, parte del reto es que vamos a debutar en una ciudad que no es la nuestra, pero que siempre hemos querido pisar. Hemos estado ensayando a distancia y, en los próximos días, nos vamos a reunir en México para poder ensayar en persona y terminar de afinar todo.
Este show es especial por muchas razones. Sergio, que fue el amigo que me pasó esas maquetas mías de hace casi veinte años y que detonó todo este proyecto, toca el bajo en Miraflores, con quienes hemos desarrollado una amistad muy bonita y nos emociona mucho tocar con ellos.
Además, Fernando Obregón, de Acróbata, ha sido una persona que me ha influenciado en mil maneras, tanto por su trabajo en Joliette como en Naïveté. Ha sido inspirador verlo siempre empujando la escena hacia adelante y buscando sonidos nuevos, a pesar de las adversidades.
De igual manera nos emociona mucho compartir escenario con No Clip, y Dominiko. Son bandas que, cada una a su manera, están haciendo crecer la escena emo e indie en México y Latinoamérica. Y poder ser parte del aniversario de Feliz Cumpleaños de No Clip lo hace todavía más especial, porque ese EP ha significado mucho para mucha gente, incluidos nosotros.
Más allá de lo musical, lo que más nos ilusiona es poder conocer en persona a la gente que ha escuchado las canciones y también a las bandas con las que hemos conectado estos últimos meses. Para nosotros, Gol Olímpico ha sido, sobre todo, una forma de crear comunidad, y poder vivirlo en vivo es algo que estamos esperando con mucha emoción.
RC: Hablábamos un poco por mensaje que cuentan con influencias de Fin Del Mundo y del sello Anomalía de acá de Argentina, ¿cómo fueron conociendo esas sonoridades y tienen en vistas poder visitar el sur de Latinoamérica?
Descubrí a las Fin del Mundo, como mucha gente, durante la pandemia. Fue increíble ver cómo, en poco tiempo, llegaron hasta KEXP y se convirtieron en la banda que son hoy. Como latinoamericano, uno se siente orgulloso de ver que la mejor música se está componiendo de este lado. Es inspirador y refuerza la idea de que las escenas locales pueden trascender fronteras y conectar con gente en todas partes.
También nos gusta mucho lo que está haciendo el sello Anomalía en Argentina. Bandas como Puerto Austral, Las Mañanas o, más recientemente, Estación Sur, nos han influenciado en gran manera.
Por ahora tenemos planes más concretos para ir a Centroamérica, pero nos encantaría viajar más al sur en algún momento, si logramos encontrar la manera de financiarlo. Para nosotros, lo más emocionante del emo no está sucediendo al norte, sino al sur. Nos emociona muchísimo la idea de, algún día, ser aunque sea una pequeña parte de esa historia.
RC: ¿Cómo ven a la escena emocional y alternativa de México? ¿Y más respectivamente sobre su ciudad, Monterrey? ¿Cuáles bandas recomendarían de su país?
Creo que la escena en México está pasando por su mejor momento. Hay muchas bandas nuevas con propuestas increíbles y con una sensibilidad muy especial para escribir canciones honestas. Lo que más me emociona es que siento que cada vez se habla más entre bandas, se arman redes y se busca colaborar, en lugar de competir.
Pero también es cierto que todavía existe una fuerte centralización en la Ciudad de México. Históricamente, ha sido muy difícil para bandas del norte —como Monterrey, de donde somos nosotros— lograr visibilidad si no dan el salto hacia la capital. Siempre estuvo esa sensación de que si no migrabas a la Ciudad de México, no la ibas a armar. Creo que eso tiene que cambiar, porque en muchas ciudades están pasando cosas muy valiosas. Un ejemplo es en Mérida con el screamo/emoviolence, con bandas como Luna Sedata y Lagiramundialdekristina que encabezan el movimiento. Quizá la escena más grande, no solo del surestes de México, si no de todo el país
Monterrey, por otro lado, siempre ha tenido una escena musical que ha sido punta de lanza. Aunque muchas bandas emergentes se quedaron ahí y no lograron trascender por falta de apoyo o de plataformas, fueron pioneras en el emo, el punk y el screamo, con proyectos como Holiday, Abanico, Non Plus Ultra y Anderson. Luego vino una etapa complicada con la guerra del narco, que afectó muchísimo al norte de México. Muchos foros y productoras locales desaparecieron, y eso dejó a la escena en una especie de pausa durante varios años. Pero ahora siento que está surgiendo una nueva oleada, sobre todo en géneros como el emo, el indie y el shoegaze. Incluso están pasando cosas bien emocionantes en géneros inesperados, como el slowcore que está saliendo en Guadalupe, NL, con bandas como fuentedevioletas y Yo No Quería Morir, que están haciendo cosas muy especiales.
Podría mencionar muchísimas bandas que recomendaría, pero entre ellas están Jaz, Bangladesh e incluso si nunca despiertas (CDMX), Cacomixtle (Estado de México), Ikari (Toluca), el proyecto solista de Iván (ex futbol mexicano), Estoy Muerto Por Dentro Pero Aún Sigo Soñando (Veracruz), Mar de Árboles (Puebla), y Treviño es un lugar, Somos Desastre y No Hay Niños en el Parque (Monterrey). Todas ellas están haciendo cosas increíbles en distintos rincones del país y aportando muchísimo a la escena.
Además, nuestro productor, Jorge “Pingo” Ávila, acaba de sacar su disco debut ‘Caja de Recuerdos’ como PNGO, y creo que es, sin exagerar, uno de los mejores discos de rock alternativo que ha salido del norte del país en varias décadas.
RC: ¿Cuáles son sus planes para el resto de este 2025 que se nos va lentamente?
Para el resto de 2025 queremos seguir sacando música. Después de presentarnos en vivo en CDMX y Monterrey este verano, el plan es seguir grabando y lanzando canciones. Tenemos ya varias listas que probablemente formarán parte de otro EP o de algunos splits que estamos planeando con bandas latinoamericanas. La idea es que sea casi como la segunda parte de este primer EP, porque todo está conectado dentro del mismo concepto.
Además, queremos consolidarnos como una banda que, a pesar de la distancia, pueda tocar en vivo unas cuantas veces al año, incluso en diferentes países.
Lo más importante para nosotros es seguir creando comunidad alrededor de la música. No buscamos números gigantes, sino conexiones reales, amistades y proyectos compartidos. Eso es lo que más nos ilusiona para lo que viene.
RC: La última es para que digan lo que quieran
Solo queremos agradecer a todas las personas que se han tomado el tiempo de escuchar nuestras canciones, de compartirlas o de escribirnos. Para nosotros, Gol Olímpico empezó como algo muy personal, y ha sido muy especial ver cómo ha ido conectando con otras personas en lugares que ni imaginábamos.
Gracias también a las bandas, a la escena que nos ha recibido con tanto cariño, y a los medios como Rompiendo Cadenas por darnos espacio para contar nuestra historia y por el trabajo tan valioso que hacen documentando todo esto. ¡Nos emociona mucho lo que viene y ojalá nos topemos por allá pronto!