MÁS CORAZÓN QUE ODIO: «Es necesario en este contexto social y político de hoy en día resaltar e impulsar.»

Hablamos con Nahuel Ugazio, uno de los innovadores y entusiastas cinematográficos de la cultura subterránea, que todos los jueves de los próximos 3 meses, estará dando una nueva edición de MÁS CORAZÓN QUE ODIO, un taller de cine de nivel inicial de introducción al lenguaje audiovisual en LA CULTURA DEL BARRIO. Su visión, presente, lo que vendrá y mucho más en estos párrafos…

Crédito fotográfico: @ramabrunel

RC: ¿Cómo se te ocurrió crear el taller y sobre todo darlo en un lugar tan increíble y significativo como LCDB?

Creo que el taller salió un poco por pisar el acelerador y empecé a dirigir mis propios cortos y trabajos, obligándome a repasar lo aprendido en la facultad y a volver a experimentar. Soy una persona que no me ato mucho a lo que tiene que ver con lo dogmático o con lo estructural, me gusta salir un poco de esas cosas e ir a cuestiones más lúdicas o experimentales. Algo tiene que ver con intenciones que rompan un poco con esas cosas tan tradicionales del cine o de las artes. Yo venía haciendo un cineclub durante muchos años con Karina Fernández, donde también siempre hacía una descripción sobre la filmografía que íbamos a ver o sobre el director o directora de la misma, o sobre el movimiento en el que se encuadraba la película y siempre me gustó ese lazo, ese momento donde me sentía muy cómodo dando esa charla y esa conversación. A veces venían directores o trabajadores de las películas, y conversábamos con una suerte de entrevista, entonces siempre fue como una manera bastante cómoda de sentarnos a hablar de cine con la gente y expresar mis inquietudes y mis maneras de ver todo lo que tenga que ver con el cine. Cuando me volví a encontrar todo esto y me propuse a ser mi yo director, también quise volver a ciertas prácticas, pero no tanto en rodaje, sino desde un lugar donde pueda compartir mi mirada y así salió la idea del taller. Muchas veces el que más aprende, al menos así lo veo, sobre todo cuando se está enseñando, es el propio maestro, porque de nuevo, te obliga a repasar los conceptos que uno sabe y reestructurar el conocimiento, esquematizarlo y darle un poco de orden. Me ayudó muchísimo y me mantiene en ese constante repaso sobre lo que ejercito y sobre lo que me gusta compartir. Creo que también se dio de una manera muy natural que esto se termine haciendo en La Cultura Del Barrio, es un espacio que no solamente coincido en cuestiones políticas, de convivencia, de hermandad y demás, sino que me parece que se marca dentro de una mirada bastante interesante que se vincula con la esencia del club de barrio y la esencia del ejercicio en lo que tiene que ver con el taller. Siempre le digo a mis alumnos y alumnas que nosotros estamos en un taller de cine en el medio de un gimnasio de boxeo porque de alguna manera también es un lugar donde yo les propongo ejercitar la mirada, la observación sobre lo que nos pasa, lo que vemos y lo que podemos enmarcar en el mundo audiovisual, generando esta especie de vínculo desde ese lugar.

RC: ¿De dónde nace el nombre Más Corazón Que Odio?

El nombre viene de algo concreto que es una película de John Ford. En inglés se llama «The Searchers», que sería «Los Buscadores», pero la traducción en Latinoamérica y Argentina fue «Más Corazón Que Odio». Es una peli protagonizada por John Wayne, un western de las grandes obras maestras del cine, y es una película que enseño mucho en el taller. Creo que el western también es un género bastante importante y primario del cine y de la manera en la cual el cine tuvo un montón de herramientas para valerse por sí mismo. Y también creo que viene por el significado del nombre en sí, en un momento social y político donde el odio estaba ganando varias batallas y me parecía que faltaba más corazón para ganarle justamente. Esto fue antes de la victoria de Milei, y obviamente al día de hoy se sigue resignificando.

RC: ¿Qué mensaje / legado te gustaría dejar con tus producciones y también con el taller?

Esta es una pregunta difícil. Me siento como muy joven para pensar en algo así. Igual tengo una idea, me parece que en realidad… yo sé que el taller tiene un objetivo que es que de alguna manera de democratizar la idea de que es posible y se puede hacer cine de otra forma. Que podemos realmente plasmar nuestras ideas u observaciones del mundo que nos rodea de una manera cinematográfica con los recursos que tengamos y que no hay nada que nos pueda detener. Me parece que cualquier persona que tenga la intención de narrar algo, lo puede hacer y es un pequeño grano de arena para que eso suceda. Yo siento que el legado del taller de alguna manera está cuando mis alumnos o los que ya pasaron, siguen haciendo, aportan también sus miradas sobre el cine que los rodea o los artes que tienen en su entorno. Creo que cuando hay una consciencia cinematográfica de clase, por decirlo de alguna manera en lo que vivimos a partir al menos de la presencia del taller. Ese es un legado que quiero dejar, el hecho de tener ganas de hacer cosas y que ninguna limitación impida el concretarlo.

RC: ¿Cuáles fueron tus películas y series favoritas del  2024 que pasó? 

Del año pasado, Anora me pareció muy interesante y aparte mismo Sean Baker me parece que es un realizador que siento que si nos tomamos una cerveza, nos vamos a llevar muy bien (risas). Vamos a tener cosas de qué charlar y como que eso de alguna manera, ganaron los buenos con Baker y con Anora. Y ahora con El Eternauta me está pasando parecido, es algo realmente maravilloso y gana la narrativa.

RC: ¿Qué papel creés que cumple el cine independiente en estos tiempos donde el gobierno atenta constantemente contra la cultura?

Creo que uno de los momentos más importantes del cine independiente fue durante la debacle del Menemismo. Justamente películas como «Pizza, Birra y Faso» de Stagnaro que ahora vuelve a reivindicar su obra e interpretación que está haciendo de esos momentos temporales, incluso sin saber bien realmente qué estaba sucediendo pero al menos, retratar instantáneas de lo que pasa es una manera bastante política de denunciar lo que acontece. El cine independiente hoy en día, me parece que nunca estuve muy metido en la industria o lo que es independiente en términos de participación, si como espectador y demás, pero ahora sé que hace mucho que no se está filmando pero al mismo tiempo yo filmé, tengo amigos o conocidos que lo están haciendo también, o están por hacerlo. Me parece que hubo un momento me dio la sensación de que hubo un parate cuando ganó el nuevo gobierno en 2023, hacia lo cultural y hacia el cine que obligó a reflexionar y a poner un punto donde se dejó de filmar para pensar luego qué hacemos o cómo respondemos, si con cine, reestructuración o movilizaciones. Por ejemplo, el INCAA es un atropello y algo totalmente repudiable, pero a la vez en el cine independiente el INCAA hace años que tiene bastantes deficiencias y era un ente que también merecía una renovación o un cambio, una manera de replantearse y reestructurarse, obviamente eso no quiere decir que tenga que ser con un cierre o desmantelamiento como está pasando ahora, pero tenía que tener una relectura. El cine independiente hace años que viene pidiendo esa observación, y ver la manera terminan financiándose las obras, con algunos casos bastante extraños por decirse de alguna manera y para ser un poco generoso, pero tengo una mirada algo optimista y que ojalá que estos cambios políticos y este despertar antifascista que hablamos recién ante las políticas de Milei, sea también el nacimiento de un nuevo cine argentino. Como es el cine de principio de los 90’s, que aunque en ese caso estaba enmarcado en otra nueva ola del séptimo arte, y se paraba en lo institucional para tener esa narrativa, pero ahora se necesita refundar eso y hay mucha gente con hambre, mucha gente enojada, movilizada, mucha gente que no quiere parar de hacer las cosas y que lo van a lograr aunque no los dejen o no se pueda. Una de las peores cosas que le puede pasar a esta narrativa del gobierno de parar obras, es justamente generando obras y demostrarles que hay un movimiento imparable y que no va a demostrar otra cosa que no sea resistencia.

RC: Pronto haremos entrevista en cuanto a Por Amor Seguiremos, pero preguntarte, ¿Qué se puede adelantar del film y cualquier detalle que quieras comunicar en la inmediatez general sobre la misma?

Por Amor Seguiremos es mi primer largometraje. Yo en realidad estaba desarrollando otro largo que estaba a punto de filmar, pero a partir de la victoria de Milei y los cambios estructurales, hicieron que la película y su producción se vuelva muy difícil y costosa, y tuve un momento donde no quería dejar de filmar y seguir pisando el acelerador. Empecé a guionar una película donde achiqué todo lo posible, para hacerla lo más económica pero con un mensaje más profundo y activo. Esa dinámica creó Por Amor Seguiremos, que es una ficción pero a la vez un documental, seguimos a la protagonista que es una chica que se llama Daniela, una sonidista de un centro cultural que de pronto se entera que se queda sin trabajo y justo en ese momento ella está observando como un nuevo movimiento que se genera por chicos y chicas, también digo chicos y chicas por cuestiones de edad, con una juventud muy presente, pibes de entre 16, 17, 18 o 20 y picos que están reinsertando la movida del hardcore punk y ve en ellos algo que no vio anteriormente, que la conmueve y le produce algo muy positivo, y decide hacer un documental sobre estos chicos. Por eso esa ficción contiene un documental que ella le hace a este movimiento. La película está en post producción, falta poco, ojalá que pronto se pueda ver y haya más novedades. 

RC: ¿Qué recordás de tus anteriores producciones audiovisuales y dónde se pueden ver?

Hay una, que en realidad es la que más estima le tengo y la que más me impulsó a seguir haciendo y motorizó la creación de Por Amor Seguiremos, que es mi cortometraje «El Arte Musical», que es un documental sobre material de archivo que filmó Rosario Bléfari durante la grabación de su último disco como solista, es un docu al cual le tengo mucho cariño no solo por la repercusión que tuvo, se estrenó en el festival de Mar Del Plata, aunque lamentablemente fue durante la pandemia en su edición virtual, pero a la vez eso hizo que se vea en todo el país y salga al mundo, tuvo mucha buena repercusión, muchas notas y la verdad que fue algo que sirvió para movilizar e incentivarme ya que soy una persona bastante insegura en algunas cosas. Ver que lo que uno hace puede estar bueno y que a la gente le guste y se pueda hacer más. Por ahora está en youtube, por un momento lo liberé, en otra ocasión iba a estar en CineAr pero eso quedó lapidado, pero en youtube lo pueden encontrar tranquilamente. (N del Ed, link: https://www.youtube.com/watch?v=vtkSdy8DYuk&ab_channel=GolondrinaCine )

RC: La última es para que digas lo que quieras.

Lo único que pienso es que a mi me gusta el cine, no solamente por el hecho de ver una película, sino por todo lo que involucra lo que es la conversación, el análisis, el encuentro también muchas veces, y a la vez es algo que hoy en día es necesario en este contexto social y político. Resaltar e impulsar. Mucha gente recurre al individualismo, al egoísmo, por ende a la soberbia, y al encierro de mentes. El cine es inevitablemente algo distinto a eso por su historia y cultura. Es algo que siempre tiene que abrir las puertas hacia algo colectivo, de hecho es un trabajo colectivo, por más que se pueda hacer por uno mismo, pero si se hace con mucha más gente y con más personas alrededor, tiene resultados más positivos. Es un acto colectivo. También al incluir espectadores es algo que requiere y pide miradas propias y ajenas, dialoga, expresa. Creo que hoy en día debemos sostener el hacer cine no solamente como un acto de resistencia sobre lo que está pasando, sino también para demostrar que se puede hacer cine desde la autogestión, no solamente desde el apoyo estatal. Insistir con la conversación, salir con el cine a los barrios a la gente que quizás no sabe que puede hacer cine o no sabe que puede ver y debatir el cine, bah, no que no sabe, pero no le dieron como la consciencia expresa de poder disfrutar y hacer este arte que tanto queremos.

 

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