MIS PEORES ENEMIGOS: «Es fundamental que la gente deje un rato el mundo digital y se acerque a vivir experiencias nuevas.»

Hablamos con MIS PEORES ENEMIGOS, presente y futuro del nuevo rock alternativo argentino con alma e hincapié en otros géneros como el shoegaze, el emo, el post hardcore o el dream pop, con un hermoso disco bajo el brazo, «Tiempos Mejores», via ANFETAMINA DISCOS. Pasional, catártico, melancólico y tierno, este debut muestra no solo el gran momento de la música alternativa nacional, sino también encuentra en Mis Peores Enemigos a una de las bandas a más tener en cuenta aportando juventud, grandes canciones y ganas de activar a toda costa. Esto es lo que tienen para decir…

Fotos por @lolasatu01 y portadas por @cconstanza.a

– ¿Cómo vivieron la presentación de Tiempos Mejores en el Archibrazo junto a Portland y Estrella?

El viernes 17 de octubre fue el punto cúlmine de un periodo de trabajo intenso para Mis peores enemigos.

La composición de Tiempos mejores fue un proceso muy lindo y satisfactorio para nosotros, y por eso queríamos hacer un evento a la altura. Desde muy temprano se acercaron amigos a trabajar en todo lo que te imagines: amigos que hicieron luces, amigos que se encargaron de ayudar con el merch, amigos que hicieron escenografía, amigos que trabajaron en el sonido. Y eso es lo que hizo realmente especial a la fecha.

Portland y Estrella, también amigos, fueron la mejor compañía que podríamos haber elegido. Son dos proyectos que, además de la cercanía personal, compartimos cercanía emocional por lo que evoca y simboliza cada proyecto: Portland expresa emociones oscuras de la manera más visceral posible, y Estrella hace canto del caos. Todo esto hizo que, para nosotros, la curaduría de la fecha sea muy buena.

– ¿Cómo fue la composición y creación de Tiempos Mejores? ¿Cómo se sienten al respecto de que por fin haya salido el disco?

La composición de Tiempos mejores fue un proceso de amistad y conocimiento. El proyecto nació oficialmente en febrero de 2024, formado originalmente por Tomi (guitarrista) y Juli (bajista), que son hermanos, sumándose más adelante Juli (baterista) y Coki (cantante) como última integrante. Durante este ensamble se fueron dando diferentes búsquedas sonoras y estéticas, tratando de lograr una entidad distinta y crear el alter ego del proyecto.

No fue de un día para el otro, y las canciones acompañaron ese proceso de creación, descubrimiento y perfeccionamiento. Creemos que las canciones no nacen de la inspiración, sino que nacen del trabajo duro y de la proyección artística de cada uno.

Nos gusta decir que las canciones se inmortalizaron cuando se grabaron, pero jamás dejan de cambiar. Permanentemente las canciones sufren pequeñas variaciones y pequeños cambios que acompañan nuestro crecimiento emocional. Las canciones maduran con nosotros y creemos que el proceso artístico jamás cesa, ya que, al igual que nosotros, las canciones solo son un reflejo de como nos sentimos en este momento.

Aun así, a pesar del cambio permanente, estamos realmente muy contentos con el resultado de las canciones. Son una buena radiografía del momento que vivimos cuando se grabaron y eso nos pone felices. Ver el disco es como ver una fotografía vieja: trae recuerdos sobre algo que, ahora y en un tiempo, será diferente.

– Cuéntennos lo que quieran sobre las letras y/o lo que signifiquen para ustedes del disco:

Sobre las canciones queremos hablar de 3 en particular:

«Constantemente» es una canción atípica de estructura no lineal: no descansa en estrofas y estribillos bien marcados, sino que avanza permanentemente hasta concluir. Es una canción que retrata la irregularidad del camino (autos que chocan, gente que jamás se cruza, fiestas que terminan).

«No está todo tan mal» es, posiblemente, la bandera del disco. Es una canción auto conclusiva que tiene un mensaje muy fuerte. La repetición del “no está todo tan mal” funciona como un mantra para nosotros que nos envalentona a seguir adelante.

«Los días/las horas» es la canción más particular del disco, ya que se compuso de forma más tradicional. La canción habla de envejecer, de ver el tiempo pasar al lado tuyo y no poder hacer nada para detenerlo; habla de del paso irremediable de la vida y de la falta de momentos de introspección y pausas que nos permitan apreciar. Es parcialmente una queja respecto de lo rápido que pasa todo.


– ¿Cuáles son sus influencias tanto literarias, como musicales e incluso cinematográficas a la hora de gestionar ideas para MPE?

No tenemos nada estrictamente en común, pero todos disfrutamos mucho de escuchar música. Cuando nos juntamos siempre pinta algo diferente: a veces escuchamos rock de los 60s, a veces escuchamos hardcore, otras veces nos inclinamos al slowcore, y a veces cantamos pop. Creemos que la música es hermosa por igual y siempre está bueno compartirla con tus amigos.

Todos tenemos un gusto muy diferente y creemos que eso hace únicas a las canciones. Cuando zapamos durante los ensayos generalmente abandonamos el “sonido” de Mis peores enemigos y aprovechamos para disfrutar de otros géneros, y terminamos tocando prácticamente cualquier cosa.

Respecto del cine y el mundo audiovisual, la que más cercana está a ese mundo es Coki. Ella se dedica a la producción audiovisual y trabaja con artistas de diferentes rubros, y tiene una impronta artista marcada y que trabaja con diferentes intérpretes. Creemos que es importante como artistas estar intercambiando posturas con interventores de diferentes mundos, por eso la visión de Coki es fundamental para el norte del proyecto, ya que es la que más se nutre de otros mundos.

– ¿Cómo ven el presente de la música emocional en el país y cómo vienen vivenciando los recis en los que estuvieron participando?

Para la movida emocional es un momento muy particular. Si bien la expresión emocional y la música y el arte en general son dos cosas inseparables, lo cierto es que la situación social fomenta la necesidad de invertir en este tipo de proyectos. Por un lado, a todos nos pasan situaciones que necesitan expresarse en banderas; pero por otro, hay situaciones que vivenciamos de forma personal que nadie expresa de forma directa, y nosotros queremos hablar sobre esas situaciones: soledad, ansiedad, resiliencia, miedo al mañana, miedo a no seguir, miedo a que nada bueno vaya a suceder.

Los recitales, en parte, son una radiografía del momento en que vivimos. Cada vez más gente se acerca a vivir experiencias y alejarse de la realidad virtual alternativa que el stablishment quiere inculcarnos. Nosotros estamos en contra de la digitalización total de la vida y atesoramos el espectáculo en vivo como un momento de conexión real.

En nuestros shows mantenemos muy alta la energía desde el inicio hasta el final, buscando amalgamar el sonido con la propuesta visual del proyecto. Es importante para nosotros lograr conectar con el público, que las canciones lleguen e interpelar las emociones de quienes nos escuchan. Buscamos, de alguna manera, “desnudarnos” a nosotros mismos para invitar a que el oyente haga lo mismo y pueda dar lugar a la vulnerabilidad que tan necesaria es.

Hay muchas bandas que hacen un excelente trabajo, tales como Mosaico, Cursi no Muere, Portland y otro montón de proyectos. Nosotros queremos unirnos a ellos y trabajar codo a codo para poder flamear esas banderas y que no pasen desapercibidas. Y cuanto más altas flameen esas banderas es mucho mejor, porque más gente que necesite ese mensaje en su vida va a poder verlas y sentirse abrazado a la distancia.

– ¿Cuáles son sus planes para el resto de este 2025 y ya viendo un 2026 al caer?

El resto del año de Mis peores enemigos se centra en hacer girar el material discográfico lo más que se pueda. Tenemos fechas hasta que termine el año y no podríamos estar mas contentos con ellas, ya que serán con amigos y amigas que hicimos a lo largo del camino y de los cuales nos enorgullecemos de compartir escenarios.

De cara al 2026 buscamos ampliar la impronta visual, trayendo nuevos videoclips que exploren el universo que proponemos. Además, ya estamos trabajando en nuevas canciones que acompañen los cambios que vivimos este año.

– La última es para que digan lo que quieran

Queremos decir que es un momento importante para las bandas. Es fundamental que la gente deje un rato el mundo digital y se acerque a vivir experiencias nuevas. Y es importante que las bandas den lugar a la gente a que se acerque a nosotros, a no ser “faros artísticos” inalcanzables, sino a ser una comunidad.

Marcar el enlace permanente.

Comentarios cerrados.