El Rock en directo
Considerado como uno de los guitarristas más creativos del rock-heavy argento, Claudio Marciello, el “Tano” para todos, repasa su historia entre su presente con Almafuerte la banda emblema del heavy argentino que lidera el vocalista Ricardo Iorio y su etapa solista coronada a fines del año pasado por la edición de su cuarto álbum “Rock directo”.
Presentado en una trasnoche colmada en La Trastienda Club en el corazón del barrio de Monserrat, “Rock directo” básicamente es lo que es el rock pesado.
“Tiene una canción acústica en el piano, ´Unica´, dedicada a las mujeres que uno tiene, que son únicas, e inspirada en la última vez que vi a mi madre. Tiene un mensaje muy simple en lo que es la letra, algunos se identificarán porque son comunes y dirán que les pasa exactamente lo mismo. Si no caes, no dejes que otro ocupe tu lugar, mientras tengas empuje no hace falta más que tu fuerza. El concepto de lo que escribo está enfocado siempre en ´dale para adelante hasta tu último respiro de vida´ .
RC- ¿Es lo que querés hacer?
CM- Esto es de donde vengo y con lo que crecí, como dice la canción. Estuve en Italia y grabé con una agrupación de tarantela, pero había otros géneros como pasodoble. En el 2014, si viajo a ver a mi madre otra vez, tengo el contacto de estos músicos y puede ser que grabemos cosas típicas del lugar.
RC- ¿Cómo fue el cierre del año?
CM- En La Trastienda , donde presenté el disco, me va bien, por el sonido, está muy bueno. Mi intención fue tocar doce de los catorce temas de “Rock Directo”. El disco se vendió con la entrada. Fue el sonido genuino del disco, que se grabó en trío, agregando después solos muy improvisados, la voz y el teclado. La respuesta fue directa.
Con Almafuerte tuvimos difusión con los primeros discos, pero después siempre se entregó con la entrada. Mi convocatoria no es la misma que con la banda, pero poder llegar, por ejemplo, a Cipoletti y tocar con una difusión mínima, para 500 personas, es excelente.
RC- ¿Cómo se llevan los tiempos solistas y con tu lugar en Almafuerte?
CM- Se da por decantación, lo hago con amor y pasión. Cuando tengo un disco, lo hablo con nuestro manager, Marcelo Caputo y le damos para adelante. Cerramos el 2013 en Mandarin Park con Almafuerte (el 28 de diciembre de 2013, 8 mil almas se reunieron para corear “Trillando la fina”). No hay nada que me impida o haga forzar la situación. Mientras uno tenga la capacidad y te da el cuero, me meto.
RC- ¿Qué guitarristas influenciaron tu estilo tan personal?
CM- A los que tienen un estilo, los sigo escuchando hasta el día de hoy como Jeff Beck, Gary Moore, Santana o Steve Morse, que fusionó estilos logrando una técnica que es única. Sé que es él cuando lo escucho. La velocidad es un recurso porque me copa. Lo mío es mucho más simple, trabajo con escalas que son menores, pentatónicas, y algunas otras frases mordiendo por ahí, y hasta algo de flamenco. Con la viola pasa eso, a veces sale el solo y por ahí Ricardo (Iorio) me mira como diciendo “qué hdp, cómo arrancaste”, o Bin (Valencia) me hace señas con el palo y me dice que vaya para adelante. Ellos están más estructurados, entendés. El solo de guitarra es un espacio. Por ahí estoy muy copado, bien arriba, muy energético.
RC- ¿Cómo es el proceso cuando se trata de tus propios trabajos?
CM- Por lo general cuando saco un disco trato de tocar lo mismo parecido, pero una vez que ya está, toco lo que se da en el momento, eso no lo puedo evitar.
RC- Contar con tu hija Melina en la banda debe ser muy fuerte.
CM- Lo fue para mí desde que decidió utilizar mi mismo lenguaje, y usado su personalidad al elegir el instrumento que quería tocar. Y canta bien también, y tiene su propia banda. Quiero hacer algo, producirla, si tengo salud para seguir haciendo discos.
La historia de la nena
“Desde que le gusta la música quise iniciarla en guitarra porque te la podés llevar a todos lados. Un teclado es un problema, una batería… Lo que hizo fue pasar su conocimiento de tap, de zapateo americano. Lo que vi en las muestras de la academia cuando salió bailando me rompió la cabeza. Un día me dijo “Papá, me gusta la batería” y lo entendí porque la percusión la lleva en los pies. Arrancó sola y después tomó clases. A veces escucha otros músicos, y mucha información la agarró de mi discografía, pero a veces me trae otras cosas, y la hago enojar a propósito diciéndole que suena todo igual, para debatir. Los bateristas que escucha, como Tommy Lee o Alex Van Halen, Nikki Nixx. Tiene golpe y tempo y es muy criteriosa a la hora de interpretar.
“Es emocionante verla tocar, está con su pareja, una mujer en plenitud. Digo “la pqlp, le pega muy bien”. En un tema como “Motivo ciudadano”, donde al final dejo compases para que ella lo termine con un solo, es increíble. Lo hago con los demás integrantes de la banda también. Ellos están muy contentos porque vamos a lugares con mucha convocatoria. Busco que les reditúe y ocupar un espacio en el escenario con músicos que realmente se lo merecen.
RC- ¿Cómo ves el futuro de los guitarristas, hay bases?
CM- Siempre llego temprano para escuchar a los demás porque hay gente que es una masa. Yo siempre digo que antes para sacar un solo de guitarra rayaba un disco. Ahora es diferente, bajan clínicas, con el estilo que quieren formarse.
Hasta el ´96 di clases y después con las giras y el laburo no pude más. En esa época ya venían con modelos sacados de un DVD. Los chicos de ahora toman clase para tener una orientación, una conducta, pero ya vienen con toda la data.
RC- ¿Qué planes tenés para este año?
CM- El verano viene muy extendido. En enero nos vamos todos de vacaciones, pero yo voy a seguir trabajando en un nuevo material de Almafuerte, con cuatro temas que ya están armados porque queremos tener listo para mayo o junio al sucesor de ‘Trillando la fina’. Y con ‘Rock directo’, siempre que los tiempos me acompañen, quiero llevarlo por todo el interior.