Cada vez más fuertes dentro de lo que es el metal sinfónico, la banda que ya cumplió 28 años de trayectoria vuelve a nuestro país. Therion se presentó en formato totalmente exclusivo, acústico y bien íntimo en el Teatro Flores.
En sus inicios sonaban con un heavy metal de claro acercamiento hacia el death, pero luego con el paso del tiempo y los discos, cambiaron. Su guitarrista, tecladistajuita y fundador, Christofer Johnsson charló con Rompiendo Cadenas durante su estadía.
“Fue una experiencia maravillosa reencontrarnos con el público argentino que entendió esta propuesta distinta. Nos vamos muy contentos”.
Formados en 1987, la banda sueca se volcó al death metal al que fue sumándole orquestaciones y coros. Las letras de sus canciones abordan diferentes temáticas que varían entre el ocultismo, lo mitológico, lo mágico y las tradiciones ancestrales.
Junto a Jhonsson conforman el grupo, Thomas Vikstrom y Lori Lewis en voces, Johan Koleberg en batería, Nalle Pahlsson en bajo y el argentino Christian Vidal en guitarra, quien se quedó en nuestro país para ofrecer un par de clínicas y visitarnos en el programa de radio. Pero esa es otra historia.
“Hace unos años tuvimos una fecha en Grecia que se canceló. Entonces tomamos nuestros instrumentos y nos fuimos a tocar en un club de por ahí. Fue como un recital acústico”, recuerda Christofer Johnsson contándonos los orígenes de la propuesta que los trajo a la Argentina, “Fue un éxito, los fans lo subieron por completo a Youtube, fue algo muy entretenido y pensamos en hacerlo profesionalmente. Estamos de gira con por Latinoamérica con este formato. Pero sólo por esta vez”.
RC- ¿Pensás que es una manera de acercarse más a sus seguidores?
CJ- Si, la verdad es que tocamos en lugares de 300 o 400 personas en Latinoamérica, excepto en Argentina. La idea era estar muy cerca de los fans, y tener algo íntimo como para poder tomar una cerveza o una copa de vino con ellos. En Buenos Aires fue en un lugar más grande, pero el clima se dio igual.
RC- ¿Cómo eligieron el setlist?
CJ- Cuando arreglás las canciones en forma acústica hay que pensar mucho. Con las guitarras tocás acordes poderosos y para pasarlo a lo acústico se complica y tienen que ser canciones muy basadas en la guitarra y más armoniosas. No tienen que depender tanto de la orquesta. Algunas carecen de las melodías originales y pasan a tener nuevas.
RC- ¿Compondrán enteramente un disco de forma acústica alguna vez?
CJ- No. Nunca vamos a hacer eso. No creo que vayamos a hacer un show así otra vez. Es la primera vez que lo hacemos en 20 años, como para hacer algo diferente de vez en cuando.
RC- ¿Cómo ves el presente musical de la banda?
CJ- Viene siendo un viaje musical bastante largo, fuimos heavy metal, fuimos death metal, fuimos orquestales en lo extremo, tenemos cosas folk, cosas orientales y muchas diferencias. Al final terminamos cambiando a algo muy distinto a lo radical que nos vio nacer. Nuestro disco del 2004, “Sirius B” tenía algunos vestigios del pasado y en 2010 con “Sitra Ahra” hicimos lo mismo. Nos gusta volver a las raíces de vez en cuando. Aunque nos hayamos ido demasiado de esa semilla, solamente escribimos las canciones que nos salen naturalmente.
RC- ¿Es verdad que están trabajando en una ópera?
CJ- Si, ya lo venimos haciendo hace bastante en estudio, pero ahora lo vamos a hacer en un recital. Va a tener distintas partes, acción teatral y música al mismo tiempo, una combinación más que nada. Una ópera de Wagner, pero con música rock, con historia, escenografía y todo. Lo principal es una presentación en vivo. Ojalá unamos públicos y puedas traer a tu madre.
RC- ¿Cuál es el tema?
CJ- Tiene que ver con el Anticristo, es una breve novela, “A short story of the Anti- Christ” (Una breve historia del AntiCristo) escrita por el novelista ruso, Vladimir Soloviev. Pero hay muchos cambios, desde la base del concepto hasta crear personajes femeninos, que no había en la trama. No para hacernos los feministas, no me importa eso, sino porque si no había era musicalmente es aburrido. Reescribí al protagonista como una mujer, oponente al Anticristo, una guerrera cristiana con acompañantes. También reescribí el final, en vez de tener un lado bueno o malo, va a ser insoportable para todos (risas).
RC- ¿Hay alguna esperanza de que la recreen en Argentina, ahora que es la capital sudamericana de los musicales?
CJ- Tendríamos que hacer varios shows por ciudad para traerla a Sudamérica porque es muy costoso. Hay un gran elenco, decorado. Además hay que ampliar el público, ese al que le gusta “Cats” o “Jesucristo Superstar”, como tu madre, para sumar seguidores. Va a ser accesible para poder satisfacer a todos, incluso a los no metaleros. Es como ir a una película o a un musical como cualquiera. Para nuestros fans, si la música está buena, perfecto, pero para los que no están acostumbrados a la música, vamos a tener que entretenerlos.