BORDERLANDS: «LA ESTAFA DEL AÑO»

Si se tiene en cuenta nombres propios de la talla de Cate Blanchett, Jamie Lee Curtis, Jack Black, Kevin Hart e incluso el de la incipiente Ariana Greenblatt, todos y cada uno de ellos bajo la dirección de alguien tan controversial como único como lo es Eli Roth, tendríamos que tener cierto tipo de producto de valor. Es decir, figuras que van desde ganadores del Oscar hasta personas que acostumbran a romper la taquilla meramente con su apellido. Ahí yace la premisa de «Borderlands», la adaptación del famoso videojuego, que pierde directamente desde el vamos ya que nos enfrentamos a 101 minutos de vacío artístico en su máxima expresión.

Cate Blanchett as Lilith, Ariana Greenblatt as Tiny Tina, Kevin Hart as Roland, Florian Munteanu as Krieg and Jamie Lee Curtis as Tannis in Borderlands. Photo Credit: Courtesy of Lionsgate

Ni la imaginación de Roth de perpetuar paisajes sanguinarios que obviamente se vieron opacados ante esta trama apta para todo público, ni mucho menos el talento que brilla por su ausencia de los actores y actrices mencionados, pudieron sacar a flote una película por demás innecesaria.

La historia se centra en un grupo de mercenarios que por alguna que otra razón del destino se unen para encontrar la bóveda que en su interior tiene un inimaginable poder, mientras que el villano de turno que representa el capitalismo de ese universo, intenta conseguir el mismo objetivo pero con fines perversos.
Desde plot twists predecibles, trillados y que para nada llegan a lograr empatía en quien esté frente a la pantalla, hasta un uso desmedido de CGI y alivios cómicos que lograron más cringe que sonrisas, «Borderlands» se muestra como un gran lavado de dinero por donde se lo mire.

Borderlands. Photo Credit: Courtesy of Lionsgate

Ni los clásicos easter eggs en adaptaciones de videojuegos al séptimo arte, ni todo el hype que puede ocasionarle a algún fan de «Borderlands», estamos frente a esas producciones que en una época hubiesen ido directamente a VHS o a la televisión.
La falta de entretenimiento en su cruza de Star Wars con Mad Max en la que constantemente podemos ver atisbos de «pedir prestado» a las otras franquicias, un guión barato y simplón que nada tiene para ofrecer y una sensación de estas distopias futuristas que tanto apadrinó Zack Snyder, sepultan completamente a una producción olvidable desde el primer segundo.

Conclusión:
Realmente me gustaría saber si alguien se va a acordar de este film de acá a dos meses.

Borderlands. Photo Credit: Courtesy of Lionsgate

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