Cliff Burton: Una vida corta, pero influyente

Hoy en día, los integrantes de Metallica son músicos consumados, pero no siempre fue así. Su carrera fue marcada por una evolución gradual que fue del thrash de garage hasta momentos sofisticados y progresivos. Ese cambio fue impulsado por su bajista, Cliff Burton, que empujó a la banda a nuevas alturas por su capacidad de composición y sus monumentales habilidades de bajista, como se puede escuchar a través de tres álbumes claves: “Kill’em all”, “Ride the lightning” y su obra maestra, “Master of Puppets”.
La vida de Burton fue corta pero influyente. Su muerte, repentina y sorprendente, se dio cuando chocó el micro de gira del grupo, mientras atravesaba un camino montañoso en Suecia. Tenía tan sólo 24 años.
Después de su fallecimiento, Metallica logró un éxito global enorme, pero ellos mismos reconocen que nunca volvieron a expandir el envoltorio creativo de forma tan radical como lo habían hecho durante los primeros cuatro años de su carrera.
El culto de Burton crece año tras año. Así se muestra en la edición actualizada de “To live is to die”, de Joel McIver, publicada en la Argentina por intermedio de la revista del palo Jedbangers, para conmemorar el 30° aniversario de su fallecimiento. Se suman una nueva apreciación de su influencia y un epílogo del bajista de Anthrax, Frank Bello.
Para Mikael Akerfeldt, de Opeth, “Cliff fue responsable de los momentos más profundos de la música de Metallica. “To live is to die” (el tema que el grupo le dedicó un año después de su muerte) no es menos que mágico. Al día de hoy me sigue volando la cabeza”.
Por su parte Dave Ellefson, de Megadeth comentó que “Metallica abrió muchísimas puertas para el resto de nosotros, y ayudó a reformar y cambiar en varios aspectos. El legado de Cliff se puede palpar en todo lo que hizo la banda después”.
Mientras que Robb Flynn, de Machine Head también dejó su reflexión, “cuando giramos con Metallica en 2008-2009, leí la biografía de Cliff, que en ese momento acababa de publicar Joel McIver. Quien no lo haya hecho aún, debería hacerse un favor y conseguir “To ive is to die”, una de las mejores biografías que se puedan leer”.
Paolo Grigoletto, de Trivium dijo que “Cliff fue el primer tipo que escuché que era innovador. Cuando escuché Metallica por primera vez, fue algo revolucionario para mí, porque todo lo que había oído antes, en tercer o cuarto grado, era pop punk y grunge. Quería algo más técnico, así que cuando escuché a Cliff me dije, quiero ser bajista como éste”.
En el epílogo de la obra, Frank Bello, de Anthrax expresó que “…estoy pensando en cuál es mi último recuerdo de Cliff. Y, ahora mismo que estoy escribiendo estas líneas, ese recuerdo es muy intenso. Le dije, tal vez te vea más tarde, y las últimas palabras que él me dijo mientras salía del recinto, mirándome, fueron, quizás lo haga. Todavía puedo ver la cara que puso cuando lo dijo. Ese es mi último recuerdo de Cliff, y me destroza el corazón. Que Dios lo tenga en la gloria”.