Dos regresos esperados

La vida como inspiración

Copia de The_Mission_2014La última vez que The Mission decidió visitar nuestros pagos, estos gigantes del rock oscuro nos dejaron anonadados. Cuando nos enteramos que íbamos a tener el placer de hablar con su cantante, Wayne Hussey… bueno, claramente no íbamos a dejar pasar la oportunidad de escuchar su acento inglés tan cordial. El 17 de agosto van a estar tocando en El Teatro Vorterix. De más está decir que estaremos presentes para escucharlos… nuevamente. Respecto a Wayne, comenzó preguntándonos como nos sentíamos luego de haber perdido la final del mundial contra Alemania (N del Ed: qué bueno que es hablar de vez en cuando con gente que sabe de fútbol, ¡por más notas con artistas ingleses!) e incluso nos invitó a tomar un trago luego del show en Vorterix. Desde acá Wayne, te mandamos un abrazo gigante.

El periodista no se cansa de las preguntas rutinarias, así que Wayne, contanos tus expectativas acerca de volver a tocar en Argentina

W: (risas) Amamos tocar en esa ciudad. Buenos Aires es mi ciudad favorita de toda latinoamerica… y no lo digo porque esté hablando con un argentino, realmente me encanta esta ciudad. La audiencia, la última vez, estaba enardecida y cálida. Se cantan todo! Las líneas de guitarra, las de batería (hace ruído de tupá tupá con la boca), las letras. Recuerdo que el día del último recital allá, era mi cumpleaños, y cuando me desperté tenía un resfrío terrible, me sentí muerto todo el día. Un doctor vino al hospital y me dio una inyección en el culo (risas) Casi me pierdo el recital, pero bueno, es el camino del rock. El show fue increíble, nos la arreglamos para hacer un gran recital. Al otro día nos despertamos muy temprano, a eso de las 6 de la mañana para tomar un vuelo, e irnos a Sao Paulo. No me gustó haber terminado el recital en Argentina y meterme de inmediato en la van para descansar un poco. Me quería quedar con ustedes (risas).

Hace poco sacaron un nuevo disco, “The Brightest Light”, contanos tu punto de vista hacia esta nueva creación.

W: nos juntamos en el 2011 para tocar un par de temas en nuestro vigésimo aniversario e hicimos un par de shows. Pensamos (pone acento incluso más inglés del que tiene): “oh, esto está muy bueno, que lindo tocar juntos otra vez, nos gusta el ruido que estamos haciendo… mmm, hagamos más recitales… mmm, hagamos un disco”. Fue tan simple como eso. Empezamos a tomarnos un tiempo para escribir las canciones, elegimos 16 que creíamos que eran las mejores y las que podíamos tocar mejor. Y de eso, tenés el disco. Muy simple la verdad, pero no recomiendo vivir con nosotros mientras grabamos un disco (risas).

El nuevo disco es más oscuro, rockero, melódico, tiene grandes letras. En lo personal, ¿Qué le ves a este nuevo disco comparado con los otros?

W: siempre pensé, y dejame agrandarme un poco, que sonamos muy bien en vivo y cuando tocamos juntos. En el pasado, grabamos las baterías abajo y el bajo arriba de ella, y arriba guitarras y más guitarras, otras guitarras pero acústicas, y después un par de voces, capaz alguna melodía más de guitarra, y todo eso. Pero para este disco, lo quisimos hacer más crudo, que suene como nosotros nos escuchamos. Es un buen disco. Al pasar los años la gente nos llamó de muchas maneras: gótico es la que más usan. Y para este disco creo que es simplemente un disco de rock, si querés llamalo como quieras, todo es rock.

¿Cómo fue trabajar con David Allen de The Cure como productor del disco? Tengo entendido que ya lo conocías.

W: Si. Conozco a Dave desde 1993, más de 20 años trabajando con ese tipo en tantos proyectos. Perdón, me equivocó, 30 años que lo conozco! La primera vez que nos juntamos, yo estaba en una banda llamada Dead Or Alive. Cuando estuve con Systems Of Mercy también trabajamos con Dave. Era trabajar con él, buscar alguien más, pero siempre volver con el querido Dave (risas). Cuando empezamos a hablar de este disco, salió de taquito (risas). Es perfecto a la hora de trabajar, es muy fácil cuando es con él.

¿En qué te inspiraste para las letras?

W: En la vida. Decime una inspiración más inmensa que la vida. Es majestuoso lo mucho que podemos aprender de ella. O sea, hay una canción sobre el holocausto, otra de amor, otra de cojer, otra de morir, otra de volverse viejo, otra de ser fiel y tener fe, otra de los 60’s, otra más de amor. Es simplemente vida.

¿Qué esperás del show en Argentina?

W: quiero que estén locos y que nos amen. Quiero que cuando digamos que nos vamos, hagan mucho ruido, así volvemos y tocamos más canciones. Ya saben como es la demagogia de los bises, pero es un jueguito que nos gusta mucho. Si nos aman, nosotros los vamos a amar a ustedes. Vamos a tocar canciones nuevas que capaz no les gustan, así cuando tocamos las viejas las disfrutan más. Va a ser diferente que el otro show del de hace 2 años… para este voy a usar una camisa distinta (risas).

¿Se dieron cuenta que pasaron 30 años desde que empezaron?

W: muchos rockeros te dicen que no se dan cuenta, que viven el momento… yo me siento con 30 años más encima. Pero eso no significa que no crea que estoy viviendo mi mejor momento. Pero vamos… seguro me preguntas eso porque no tenés 30 años (risas). No en serio, es mucho tiempo, pero es un tiempo hermoso. En esa época eramos jóvenes, más rápidos y menos inteligentes. ¿Quién no quiere volver a tener todo eso? (risas). Mucha droga, alcohol, chicas. Rock n’ roll! Y ahora… bueno, sigue habiendo muchas chicas… (risas) En estos días tenemos que elegir los momentos para ser salvajes (risas) Disculpame, no puedo parar de reírme.

Después de la gira por acá, ¿cuáles son sus planes para el resto del año?

W: me agarraste justo en estudio. Estoy mezclando mi disco solista, que va a salir en septiembre, donde voy a girar solo en unos 60 shows por Europa. A principios de año vamos a meternos a grabar un nuevo disco de The Mission, para el 2016, justo para nuestro 30 aniversario. Antes de que me preguntes sobre el disco solista (risas), te cuento desde el vamos. Es un proyecto con 14 canciones, nuevas todas, básicamente es unipersonal, todo lo grabé yo. Voy a hacer un par de cosas con un cuarteto de cuerdas de Sao Paulo cuando vayamos allá porque tenemos una semana libre. El disco se va a llamar “Songs Of Candlelights And Razorblades”. Te guste o no, soy el único de la banda. (risas) Este proyecto es nada más para canciones que me gustan pero no tanto para The Mission. Aunque admito que tiene algunas conexiones con lo que hago con mi banda. Pero acá hago lo que quiero, jazz, blues, cuerdas, piano, todo. Es diferente. Me gustaría hacerlo con The Mission pero The Mission es The Mission.

¿Tenés algún mensaje para los fans argentinos?

W: por supuesto! Vengan a amarnos! (risas) Los amaremos de vuelta.

Desde el corazón del Vaticano

blsEl próximo miércoles 13 de agosto, Black Label Society vuelve a nuestro país para presentar su nuevo disco, “Catacombs Of The Black Vatican” y tuvimos la oportunidad de hablar con su líder, guitarrista y mente detrás de todo el proyecto. Zakk Wylde, quién supo ser guitarrista de Ozzy por bastantes años, apareció detrás de la línea cantando rockabilly, una alegría que espero que el querido Zakk pueda plasmarla de nuevo para agosto y destruya cerebros en Palermo.

¿Cómo se están preparando para esta nueva visita a Argentina?

Z: estamos muy ansiosos de volver para allá, pasaron 2 años con muchas cosas en el medio. Ahora tenemos un nuevo bebé para mostrarles que es el nuevo disco. Extrañamos a la familia sudamericana, seguro vamos a pasar un buen momento. Cuando estuvimos ahí, en tu ciudad, Buenos Aires, la gente fue muy apasionada, viven el show desde el primer segundo. Eso es algo que tenemos latente y que nos encanta siempre. Me imagino que cuando termine el show, vamos a tener ganas de volver… otra vez, y otra vez.

¿Qué podemos esperar del show y del setlist?

Z: va a estar centrado en el nuevo disco y con muchos solos de guitarra. Sabemos que les vuela la cabeza los solos de guitarra (risas)

¿Qué podés contarnos acerca del nuevo disco?

Z: está muy bueno a la hora de tocarlo en vivo, quizás en estudio uno se cansa de escuchar lo mismo tantas veces, pero por suerte a la hora de recrear los temas en los shows se nota la verdadera esencia de las canciones. Amo tocar esas canciones. Estoy muy feliz de cómo salió el disco, es decir, del producto en sí, las mezclas, el sonido, todo. Me encantó hacer el disco y todo lo que conllevó el proceso de grabarlo. En 25 días ya tenía terminado el disco, y toda la idea en general. Muchos, pero muchísimos riffs. Estaban por doquier, rebotaban por las paredes de mi cabeza.

¿Por qué decidiste nombrar al disco, “Catacombs Of The Black Vatican”?

Z: el nombre del estudio, el que tengo en casa más que nada, se llama “The Black Vatican”. Y las canciones son las catacumbas. No somos tan inteligentes como para crear un concepto detrás del nombre, el disco, las letras de las canciones y la música, simplemente son un puñado de canciones (risas). Líricamente, el disco es bastante oscuro, está lleno de cosas que me pasaron y que juré que no me iban a volver a pasar, como también de cosas que quiero aferrar a mí. También cosas que leí en biografías, que vi en las noticias. Por suerte el mundo es una gran inspiración para el músico. Cualquier cosa que encuentre interesante, trato de que se transforme en una canción. Para algunos es uno de los discos más pesados y personales, la verdad que como yo lo siento, es un disco puro de Black Label Society. No me importa que sea mejor o peor que los otros discos, me importa que tengo canciones nuevas para tocar y que las amo.

¿Cuáles son sus planes para el resto del año?

Z: TOCAR, TOCAR. Black Label Society los 365 días del año man.

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