El clima para la entrevista no podía ser el mejor. Un rockero bar del barrio de Palermo y el encuentro con uno de los más virtuosos guitarristas, Walter Giardino, líder indiscutido de la formación madre del power metal nacional, Rata Blanca.
El motivo de la charla era conocer la trastienda del nuevo disco, «Tormenta eléctrica», que salió la luz después de 6 años de ausencia discográfica de estudio, desde «El reino olvidado”.
Justamente recién llegado de una monumental presentación en Paraguay con el “Rocking tour” que incluyó shows en Encarnación, Ciudad del Este y Asunción, encontramos a Walter «un poco cansado por el viaje, pero feliz porque Paraguay es uno de los países más queridos, de los primeros en los que hemos tocado fuera de la Argentina allá por los ’90».
El público porteño conocerá “Tormenta eléctrica” el sábado 12 en el estadio Luna Park, como parte del recorrido por el país y el continente.
Yendo de lleno a su pensamiento sobre la muy esperada nueva placa, Giardino resaltó que «es el disco más rockero de Rata Blanca, en el que el power metal propiamente dicho no tiene una presencia tan marcada como en otros discos. Es directamente rockero, metálico, potente, porque nació para ser disfrutado en vivo».
«Todas las canciones, si bien en el disco funcionan muy bien, en vivo lo hacen mejor. Y realmente eso es algo muy bueno y una de las mejores cosas que pueden pasar con un álbum: saber que es divertido, que te entretiene y que te dan ganas de seguir escuchándolo», agregó.
«Creo que es una reivindicación al rock, una defensa en su nombre, que muchas veces está siendo usurpado de alguna forma por personajes que utilizan esa denominación para tener una imagen o un acercamiento. El rock es rock, no es otra cosa rara».
«Quiero desde mi humilde pensamiento que no se confunda a los chicos que están naciendo en esto. El rock es uno solo, se nota arriba del escenario. Muchas veces el marketing hace que ciertos artistas utilicen esa palabra para vender su música. Y creo que el disco es eso: posicionar otra vez al rock en su lugar y hacerle entender a todos que los rockeros están en un lado, y los que no lo son… están en otro».
«Lo lamentable de esto que estamos hablando y que da para una cosa muy seria, es cuando el ‘establishment’, el ‘mainstream’ y los medios de alguna forma entran en ese juego un poco perverso de darle lugar solamente a artistas de su simpatía, o de sus intereses».
«Estoy convencido -acotó el violero- que Bach no era simpático, Malmssteen tampoco, Blackmoore no, pero no se los puede negar como genios de la música y llegaron hasta nosotros después de siglos y siguen viviendo y vivirán por siempre, porque hacen música».
«Bueno con nosotros y me hago cargo de lo que digo, es lo mismo. Somos una banda de rock honesta, sincera. Un músico de rock honesto lo es. Si vos sos músico de rock y firmás un contrato multimillonario, te pasan en todas las radios, salís en todas las revistas de chimentos no por tu arte sino por otras cosas, para cantar boludeces, y después seguramente vas a tener que ir a un facultativo (risas). Yo siempre elijo seguir siendo quien soy y haciendo lo que siento».
Junto a Giardino la banda se completa con Adrián Barilari en voz líder, Guillermo Sánchez en bajo, Fernando Scarcella en batería y Danilo Mochen en teclados.
RC- Por todo esto que estamos hablando, Rata está bastante alejado de las multinacionales y los grandes medios y sin embargo hay un Luna Park y extensa gira por el interior y exterior.
WG- Hace muchos años y vos lo sabés muy bien porque nos venís siguiendo desde los comienzos y sos uno de esos tipos derechos del periodismo que sabés lo que escribis y decís, gracias a Dios siempre estamos de gira. Ahora estamos emprendiendo un camino independiente que tiene que ver directamente con este choque de formas de pensar, de ser. Hoy, el rock real no tiene espacio en los medios como se merece y como ha tenido, y creo que tiene que ver con una cuestión ideológica.
«Siempre es mejor tener un pueblo al compás de la cumbia o el reggaeton, y no tengo nada contra esto porque son ritmos para bailar y pasarla bien, pero como es pasatista, la gente no piensa. En cambio con una banda de rock con concepto que te hace pensar porque habla de decir cosas, molesta, entonces no le damos bola».
RC- ¿Se cumplió con el objetivo previsto para «Tormenta eléctrica»?
WG- Si, totalmente es bien eléctrico. La composición, el 90% o más de los discos de Rata Blanca ha estado a mi cargo y, en su totalidad, es como que la parte compositiva yo se lo traslado a los chicos y lo tocamos. Todo eso sucedió en dos semanas, en una casa que alquilamos en las afueras de Buenos Aires con gran parte del material decidido, casi todas las canciones compuestas… detalles más, detalles menos. Así que todo fue muy eléctrico, de verdad, por lo tanto así salió el nombre y el arte de tapa.
RC- ¿A Rata le está faltando espacio?
WG- Nosotros desde hace más de 25 años tenemos el espacio ganado por la música. Todo lo que somos, lo que hemos logrado es por la honestidad de nuestra música. Pero si es cierto que quizás en Argentina, el país donde nacimos, estudiamos y nos criamos, somos menos tenidos en cuenta que en Latinoamérica en donde somos respetados y muy queridos. Exceptuando, obviamente, a la masa de Rata, ellos son nuestro soporte. Tenemos una gente maravillosa en todo el país que llena los estadios y teatros, compra discos y remeras, pero el ‘mainstream’ en la Argentina es demasiado superficial… demasiado estúpido (risas).
“Las cosas funcionan un poco así. Hay artistas que esa parte la han hecho mejor que nosotros, definitivamente. Y hay otros a los que simplemente les divertía la idea de estar bien con el mainstream. A nosotros nos parece que tampoco tiene que ser así, porque somos una banda que ha hecho las cosas bien y que ha llegado a un lugar donde no tenemos que darle explicación a nadie”.
RC- ¿Qué sentís al saber que han influenciado a bandas de distintas generaciones?
WG- Somos parte de una cadena. Rata viene de una camada de artistas. Yo creo que el músico precede a otro músico, y así. Entonces, si nosotros vamos a ser parte influyente de esa cadena, es todo un orgullo. Si algún músico mañana toca la guitarra o tiene un grupo o hace música inspirado en Rata Blanca, para nosotros es un placer inmenso y tarea cumplida.
RC- ¡Cómo será el show del Luna Park?
WG- Simple. Más de dos horas, primero todo el disco ‘Tormenta…’ íntegro y después vamos a vivir una fiesta con las canciones que la gente pide, clásicos y otras que tenemos ganas de tocar.
RC- ¿Te sentís el mejor guitarrista de Argentina?
WG- Nunca me la creí y no me la voy a creer. ¿Qué es ser el mejor? y ¿el mejor, para quién? Me considero un buen violero que no deja nunca de estudiar porque no se termina y sigo mirando a los grandes maestros: Hendrix, Page, Malmsteen, Blackmoore.
RC- ¿Hay un recambio generacional dentro del rock?
WG- Sinceramente no escucho mucho. Pero creo que hay bandas que están sonando, pero que no tienen el espacio que precisan, lo que sí es seguro que las bandas de rock mediáticas y de más éxito con comillas y signos de interrogación, no hacen rock y me hago cargo de lo que digo.