HERETOIR: «Garra y melancolía en una noche taciturna de Almagro»

El pasado miércoles 27 de marzo, de la mano de Heresy Metal Media, HERETOIR visitó por primera vez Argentina, junto a los locales Monje y Psicósfera, en una noche particular de metal extremo en distintas vertientes en Club Cultural Bula del barrio de Almagro en Capital Federal, Buenos Aires. Esto es lo que pasó…

N del Ed: gracias a Nestor de NGD Press y Heresy por la acreditación a la fecha.

Los primeros en aparecer en escena, frente a un buen puñado de entes curiosos, fueron PSICÓSFERA, que con su avant-garde black metal arremetieron con una performance teatral arrasadora y comandada por su cantante en el que cada canción formaba parte de un movimiento en una obra mucho más grande, plagando el ocultismo entre climas y poesía marchita envueltos en un sonido impecable y nítido que dejaba ahondar en cada detalle a medida que más público se acercaba al recinto. Con mucho más ímpetu en su último disco de estudio «Summa Negativa», del cual tocaron casi en su totalidad y en orden con «Rising River Of Frustration», ambas partes de «Pernicious Oblivion», «Taste Of Triumph», un pequeño interludio con «III» de su primer disco «Alpha», para luego volver con «Dismal Landscape Of Disillusion And Rejection» y la final «Tartarus», en poco más de media hora en la que este nuevo disco de la banda en el que cuentan con voces y dejan el plano instrumental para adentrarse en más atmósferas y capas sonoras oscuras más allá de los límites.

Luego siguieron MONJE, quienes se encuentran presentando su disco «Culto Al Fin De Los Tiempos», lanzado el año pasado y a base de su propuesta pantanosa, extrema, ganchera y desértica por momentos, donde varios estilos de metal convergen en un sonido peculiar y original que engancha a quien escucha desde el primer segundo. La dosis frenética de su música lúgubre se mezclaba con el carisma de su cantante llevando la buena vibra incluso a estos lares pesados y de gran densidad riffera. Intercalando en su discografía , comenzaron con «Punto Omega», «Pionero De La Muerte», «La Vita É Inferno» y «Filosofía Del Culto Al Fin De Los Tiempos», con una versatilidad entre el doom, el stoner y el sludge que llamaba la atención de nuevos oyentes, para continuar con «Río De Decepción» y un final inesperado con «Lágrimas De Sangre», ya que no pudieron tocar su último tema por cuestiones de tiempo y organización. Aún así, el set de Monje dejó la vara bien alta para lo que iba a llegar después. Este mes de abril estarán tocando en 2 fechas, en primera instancia el viernes 19 como parte del Macabro Fest en Casa Colombo junto a Burden Rage, Razgos y Dios Serpiente, mientras que un día después, el sábado 20 de abril, participarán de la presentación de Avernal en Centro Cultural Metamorfósis de Monte Grande junto a Morgue.

Pasadas las 21.30 horas de la noche, llegaba HERETOIR para pisar por vez primera las tablas de Bula y por ende, Argentina. Si bien se podría mencionar que hubo algo accidentado en su presentación al no contar con Nathanael, su bajista, el cuarteto representado como trío no dejó ninguna carta sobre la mesa y dio rienda suelta de su tremenda destreza, profesionalidad y poderío con un set contundente y memorable. Con letras que oscilan entre distintos tópicos como la nostalgia, el cuidar el medio ambiente, la naturaleza, la melancolía o la soledad, Heretoir desgranaba el lado más sensible y emocional del post black metal con melodías cristalinas que emanaban con el gran comienzo de «Exhale», para después tocar la única canción de su nuevo disco «Nightsphere», sorpresa en verdad ya que era el disco que estaban promocionando en el continente, con «Twilight Of The Machines». A vistas del centenar de personas presentes, Heretoir desde el vamos salió como si tocara en un estadio repleto, dispuestos a plasmarse e inmortalizarse en las retinas y almas de quienes acontecían Bula. Sus manejos de climas parecían parte de un ritual a puro corazón y alma, en donde su cantante Eklatanz, reiteradas veces hasta gritaba sin micrófono, tremendamente secundado por el baterista Nils Groth y el guitarrista Kevin Storm.
El set continuaría con una repasada por su primer disco «Heretoir», tocando el tema homónimo, «Fatigue » y «Graue Bauten», para terminar de consolidarse y ganarse a un público que se mezclaba entre la curiosidad, el fanatismo y las ganas de escuchar buena música, con una brutal representación de «Golden Dust» de su disco «The Circle». «Wastelands» era la elegida para dar un falso final, teniendo como bises a «Just For A Moment», el gran cover de Austere, con Eklatanz cantando sólo con su guitarra entre invocaciones y energías que rebotaban por las cuatro paredes, para terminar concluyendo con «The Circle (Omega)» al adentrarse en la oscuridad y unidad entre público y banda. Realmente una experiencia de gratitud el haber presenciado a Heretoir en vivo, misma sensación que cada alma que se acercó a Bula aquel miércoles, seguramente guarda consigo.

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