Es uno de los puntales irremplazables del más puro heavy metal nacional. Y en “Atesorando en los cielos” Ricardo Iorio vuelve a demostrar, aunque no sea necesario, por qué.
Impecable en desde su concepción, con un repertorio variado, suma la riqueza de un sonido potente, pero a su vez armónico en la unión con la personal guitarra de Carina Alfie.
La placa, editada como es habitual en forma independiente, contiene algunos clásicos del palo, algunas reversiones de hitos de Hermética y V8, composiciones propias y hasta una versión de “Uno”, el tango de Mariano Mores que cierra el CD.
Ya desde el primer tema Iorio presenta a su compañera de laburo con “Guitarrera”, un proyecto para convertirse en himno del heavy argentino, donde el sonido pesado se emparenta sin fallas con el criollismo lírico.
También le rinde tributo a una de sus bandas, Hermética, con “Robo un auto” y “Otro día para ser”, actualizándolas; y, por otro lado, se pone en el cuerpo del metal más clásico con una incomparable versión de “Preguntando lo que todos saben”, adaptación del tema “Wondering what everyone knows” de la banda Budgie.
V8 también se hace presente en el disco con “Ideando la fuga”, con la irremplazable voz de Beto Zamarbide para darle el toque de nostalgia necesario. Le sigue “The Krochik”, un tema que compuso junto a Miguel Krochik, quien fuera bajista de la emblemática banda, que suena poderoso, pero singularmente armónico, a la vez.
Pero quizás la perla más insólita del trabajo solista de Iorio es “I don’t want to get hurt”, traducido como “Quiero ser como usted”. El tema pertenece a Per Gessle, de Roxette, pero el sonido pop desaparece cuando el mago acciona sus cuerdas vocales y lo convierte en un melancólico ruego.
Otro que bordea la balada es “Justo que te vas”, en la que la guitarra de Alfil destaca su impronta en la melodía pura.
Black Sabbath, musa inspirada en la carrera de Iorio, dice presente con la versión de “No me cambiarán” (“You won’t change me”), que cuenta con la enorme responsabilidad de Carina al ponerse en la piel de Tony Iommy, de la cual sale más que ganadora.
El “convite” rutero del vocalista líder de una de las bandas más importante del heavy argentino, aparece en lo campechano de “De mi rumbear al sur”, en donde destaca las obras de Don Marcelo Berbel, Rubén Chauque (Patagonia) y Hugo Giménez Agüero, con un toque folklórico y a su vez rockero, que emana de la interpretación de la joven violera oriunda de San Nicolás.
Y como la frutilla del postre, cierra el imperdible álbum, que va camino a convertirse en uno de los mejores del año, la ya mencionada versión de “Uno”.
Junto a Carina Alfie, productora junto con Iorio del CD, sobresalen un seleccionado de músicos: Marcelo Bray y Mauricio Escobar en bajo, Bin Valencia de Almafuerte en la bata, Joana Greco, la hija de León, en los teclados. En la ingeniería de sonido estuvo el avezado Alvaro Villagra.
Realizado a la memoria de los recordados Carlos “Negro” García López (Charly García, Miguel Mateos, La Torre, García López Band) y Carlos Alberto “Pichin” Goitea (Alma Mula) y también dedicado a Silvia Cuadrado y Willy Caballero (Visceral, Razones Concientes, Tano Romano), “Atesorando en los cielos” muestra el riesgo y la madurez de la obra de Iorio, un inquieto que sigue creciendo y sorprendiendo con su arte.