Los Violadores, crónica de un regreso anunciado

Cita obligada para nostalgiosos y para aquellos que no descubrieron todavía la anarquía del punk local con los que lo redefinieron: Los Violadores celebran los 30 años de su vinilo más exitoso, “¿Y ahora qué pasa, eh?, de 1985.

¿Volverán o sólo será un show inolvidable, pletórico de recuerdos? Si tenés menos de 40, te presentamos a la formación original y te invitamos a escuchar el emblemático álbum en el formato o plataforma que quieras: Pil Trafa (voz), Stuka (guitarra), Robert Wojtehk «Polaco» Zelazek (bajo) y Sergio Gramática (batería).

Tiempo hay de sobra para aprenderse las letras. Los muchachos aclaran, mientras tanto, que el reencuentro se dará por “única vez”, pero vamos a ver si se entusiasman y la siguen.

y ahora que pasa ehPara marco, el Luna Park se prepara para recibirlos el 24 de abril de 2016, con “Uno, dos, ultraviolento”, de fondo. Parece mentira, pero ésa fue la primera canción en lograr difusión radial masiva y fue uno de los primeros éxitos del punk rock en español de Latinoamérica. Un hecho festejado por quienes ahora son padres y hasta abuelos.

El disco se completaba con “Revolución inter”, “Como la primera vez”, “Somos Latinoamérica”, “Sin ataduras”, “Comunicado 166”, “Quiero ser yo quiero ser libre”, “Espera y verás” y “Nada ni nadie nos puede doblegar”. Sin desperdicio.

Para hacer un poco de historia te cuento que Los Violadores comenzaron su carrera como una lucha relacionada con la expresión, los espacios, la bronca contenida y el aburrimiento. Se ganaron un lugar en donde no había nada y mucho menos espacio para ellos. Sabían que iban a tener problemas con la censura, la policía, los lugares para tocar y más aún, para grabar un disco. Esos contratiempos fueron los motivadores para seguir adelante. Compusieron y arreglaron una pila de canciones geniales y pegadizas, algo que ninguna otra banda del género logró igualar.

A principios de 1980, Los Violadores se refirieron con “fútbol, asado y vino” a una sociedad tradicionalmente básica, en la que una dictadura militar había decretado que no estaba permitido pensar de más, y mucho menos cantar en inglés. En los 90s, el punk rioplatense dejó de lado la bronca y empezó a divertirse; se volvió pasatista y malhablado, y cambió la militancia contracultural por la cerveza en una esquina de barrio creando diferentes formas válidas del aguante.

Para esa época Pil ya estaba en otra banda, Pilsen, con quien editaría “Bajo otra bandera” (1993) con la ilustración de una chapita de cerveza en la contratapa y la leyenda “Alto contenido punkhólico” en la tapa.

LOSVIOLADORES1 - copiaPero, paradójicamente, este nuevo grupo abría el juego para una nueva generación de músicos punks que sólo pensaba en términos de fútbol, asado y vino. De ese arte llamado punk, en la actualidad, no queda casi nada. Se lo comieron parcialmente los medios y las disqueras, que convierten en moda todo lo que pueda resultarle peligroso al sistema. Y así, el carácter subversivo del punk fue mutando, aunque siempre conserva, como muy pocas corrientes musicales, un genuino aullido de resistencia.

Los Violadores fueron el primer grupo punk argentino. Comenzaron en 1979 como Los Testículos y luego se cambiaron el nombre. En 1981 ingresó Pil al combo. En 35 años de carrera, ya que más allá de sus otras bandas nunca se separaron formalmente, grabaron 11 discos de estudio, 2 en vivo, aparecieron 5 compilaciones (dos discos dobles), y un tributo. Además Jello Biafra, de Dead Kennedys los incluyó en el compilado Peace & World.

Sus canciones fueron editadas en Chile, Uruguay, México, Perú, Costa Rica, Venezuela, España y Finlandia.

Por eso es una buena oportunidad para volver a tenerlos en vivo como ellos dicen “por única vez” y ojalá se grabe en un DVD/CD que inmortalice el regreso punk de los que nunca se tendrían que haber ido.

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