«Me siento muy bien de volver a tocar en Argentina, ustedes siempre fueron increíbles. La gente es de otro planeta y es un gusto volver por esos lares. Además tocamos en un lugar enorme, algo que nunca hicimos, sacando ese lugar… ¿cómo se llamaba?, Obras Sanitarias». Así comienza nuestra charla con el bajista de Nightwish, Marco Hietala, recordando una fecha lejana en el tiempo, después de regresar a nuestro país para tocar en el estadio Luna Park.
Bandas emblema dentro del metal sinfónico desde hace 20 años, Nightwish vino de la mano de su nuevo disco «Endless forms most beautiful», que es muy especial para el grupo porque es el primero con su actual vocalista, la interesante Floor Jansen.
Oriundos de la ciudad de Kitee en Finlandia, la banda se formó en 1995 de la mano de sus fundadores, el tecladista y compositor Tuomas Holopainen, el guitarrista Emppu Vuorinen, quienes continúan en el grupo, y la cantante clásica Tarja Turunen, quien dejó el grupo en 2005 para iniciar su carrera solista.
Actualmente el combo metalero-sinfónico se completa con Jansen en voz, Hietala en bajo y coros, Jukka Nevalainen en batería y percusión y Troy Donockley en gaitas, flautas y coros.
«Estamos muy contentos por lo que se logró en esta gira que incluyó también Rock en Río, donde actuamos ante 85000 personas. Es toda una apuesta, pero estuvimos a la altura. Pudimos alcanzar más personas creo yo, pero la verdad no sée muy bien qué quiero decir en cuanto a esto (risas). Estamos muy orgullosos, mientras más, mejor».
RC- ¿Cómo fue la composicion de la última producción?
MH: Hay muchas cosas en el proceso, desde la logística, los demos realizados en el estudio de mi casa, Juntarnos todos es algo complicado. Lo hicimos en el verano, entre ensayos, el Summercamp y risas. En ese tiempo estábamos todos muy involucrados en el disco, nos esforzamos al límite, si bien trabajamos mucho, fue muy divertido. Creo que podés escucharlo en el compacto. Hay cierto toque humano que antes no habíamos sentido.
RC- ¿Es posible que el CD mezcle el primer sonido de la banda con lo nuevo y moderno?
MH: Creo que estamos muy de acuerdo (risas). Tiene cosas pesadas y las sinfónicas de antes, es el mejor de ambos mundos. Además contamos con Floor ahora. Es muy profesional, fresca y muy innovadora y ambiciosa. Nos llevamos muy bien. Tenemos a Jukka en la batería también y tenemos una muy buena relación. Nos estamos llevando genial, como quizás no ocurría en otros tiempos.
«Endless form most beautiful» editado este año es el sucesor de «Imaginaerum», «Dark passion play», «Once», «Century child», «Whismaster», «Oceanborn» y «Angels fall first», que marcó el debut discográfico del combo en 1997.
RC- Cada disco de ustedes marcó un momento de su carrera. ¿Cuál es el actual?
MH: De madurez, de crecimiento personal de cada uno de los integrantes. De mayor amplitud musical y con la cabeza bien abierta a los nuevos sonidos, pero por sobre todo en una gran armonía entre nosotros.
RC- ¿Cuáles son sus planes para el resto del año?
MH: Después de Sudamérica, tenemos varios festivales durante noviembre y diciembre en Europa y lo máximo que nos podía pasar va a ser tocar en Wembley, Inglaterra. Estamos como locos y con mucha responsabilidad. (risas)
RC- ¿Cómo explicás la relación con Argentina? Porque acá son como dioses.
MH: Me encantaría saber cómo explicarlo… Es increíble y genial, pero es algo que nunca habíamos pensado. Nos tratan como si fuesémos Maiden (risas). Es un honor y nos gusta devolverles todo ese cariño y vibras a la gente. Estoy muy agradecido con ustedes y lo vivimos así en cada visita».
Desde aquel primer concierto en Argentina en Acatraz, en el barrio de Almagro, en los finales de los ’90 donde poco más de 200 fanáticos ya coreaban sus temas, pasaron giras, discos, cambios de integrantes, escenarios, pero una cosa quedó bien intacta, su buena música como dignos representantes en el mundo del heavy metal clásico y sinfónico. ¿Qué más se puede pedir?.