Sur.i.name, lo que se esconde en un nombre

Entrevistamos a esta banda que se viene con todo.

 

 

RC- ¿Cómo fue el proceso de composición y gestación del EP?

S- La composición del EP fue similar (quizás) al proceso que tiene la lluvia. Durante un tiempo se escribió la poesía y se proyectó vagamente la métrica de las canciones; sucede que algunos de nosotros no vivimos en nuestro pueblo entonces estaba la idea de formar una banda para cuando nos pudiéramos reunir en Caleta Olivia, pero no podíamos armar nada hasta efectivamente vernos. Entonces, volviendo al tema de la lluvia, se escribió la poesía como cuando el agua se condensa y se va

acumulando en forma de nube y se acumulaba junto con las ganas de hacer las canciones, que crecía a medida que se acercaba la fecha. Se acumuló y cuando llegamos al sur, solamente con las proto-canciones en mano, nos vimos y empezamos a tocar; siguiendo la analogía, comenzó a llover. Nos pusimos los instrumentos y empezamos a ensayar para empezar a tocar a los 3 días. Realmente no nos detuvimos a pensar nada en ningún momento, simplemente seguimos el curso de la lluvia.

RC- ¿Por qué decidieron titular al EP como «Estival»? ¿Qué significa el verano para ustedes?

S- Estival se refiere a “del verano”. Nosotros íbamos a ser una banda de verano, en una época donde la gente que no vive en el sur vuelve a sus pagos para visitar y en toda esa circulación producen un movimiento cultural interesante. Todos los días te

juntas con amigos/as, se sale mucho, se va a la playa, te cruzas a ver el amanecer con tu gente y un termo con té (mucha gente se compra comida en un único local de comida de madrugada que se llama La Sudestada). Todas estas cosas que suceden todo el año se intensifican durante el verano por la actividad de la gente que vuelve.

Nosotros queríamos sumar a la escena con algo nuevo y con un motivo para reunirse, para hacer recitales en casas de amigos y para que otra gente nos pueda invitar a donde sea; teníamos ganas de ser motores de ese movimiento cultural de estival.

RC- Hay mucho sentir de nostalgia y melancolía en las letras y en la música, llevando al escucha a distintos lugares que quizás vienen con otras interpretaciones respecto a lo que ustedes pensaron al armar estas canciones, ¿de dónde surgió la inspiración para las letras?

S- (soph) las letras surgen a partir de un contexto de exilio a la que me sometí cuando extrañaba mucho el sur y soñaba todos los días con volver allá. Me encerré de cierta forma en un universo de literatura y documentales sobre travesías de viajeros que

recorrieron la patagonia para poder encontrarme en mis recuerdos y en los paisajes que describieron estos viajeros, o mismo en los documentales de naturaleza. De ahí nacen todos los recursos con los que dije “quiero describir este universo idealizado,

quiero formar un concepto alrededor de la Patagonia costera”, aparte de que me di cuenta de que nadie estaba hablando de esa Patagonia que es tan distinta a la parte andina. La composición de las letras también tuvo que ver mucho con eso, buscar

en la metáfora la expresión de algo concreto. Si bien cada uno puede interpretar como quiera, buscaba (y con los chicos buscamos) darle una forma a las cosas que vivimos en el sur, de darles una identidad.

RC- ¿Cómo dieron con el nombre del proyecto? Hay una magia detrás de ese «yo nombro al sur». Además de su hogar, ¿qué representa el sur para ustedes?

S- El nombre del proyecto en realidad no fue planificado, había que ponerle un nombre a la idea de todo y dijimos sur I name, utilizando el nombre del país suramericano para formar un juego de palabras con la idea de nombrar al sur, como si Sur I Name se tradujera de alguna forma a “yo nombro al sur”, lo cual en la realidad no es específicamente atinado al inglés, pero como nos pareció súper lógico en el momento lo dejamos así (risas ahre)

El sur en nuestra cosmovisión es un lugar idealizado, más que nada porque en la vida real es una región abandonada por el Estado y el “progreso”, ignorar ese hecho sería mentir con todo esto. Sin embargo, hay cosas que realmente no se comparan con nada sobre lo cual la civilización pueda avanzar, de forma paradójica (en un mundo tan globalizado) la falta de progreso hace que se vivan situaciones que en otros lados no se viven tanto; un ejemplo, se corta la luz en toda la ciudad por el viento y a la noche podés ver la galaxia entera en el cielo, literalmente podés ver objetos astronómicos inmensos. Ese tipo de cosas no las podés vivir en lados en donde el progreso es tan grande que la contaminacion luminica vuelve al cielo un páramo negro y vacío. Otro ejemplo, te enojas un día y no querés ver a nadie entonces caminas un par de kilómetros y estás frente a la nada misma de la meseta patagónica, un campo enorme e inmenso que se abre frente a tus ojos. Ese sur que vivimos es un sur que te permite vivir experiencias pequeñas que terminan siendo sumamente trascendentales para la experiencia.

RC- ¿De dónde surgieron las influencias a la hora de crear la música para Sur.I.Name?

S- La música está íntimamente relacionada con la letra. Viene después de la poesía y busca ambientarla. Nosotros decimos que nos influenciamos muchísimo por artistas particulares como Chet Baker, Penfold, Warren, pero quizás el resultado de las influencias se ve en los elementos particulares que las demás personas pueden distinguir. Hay mucho de filo en las canciones que viene de Warren, de hecho, Gonza fue muy importante al momento de grabar y producir las canciones. Hay mucho de Puerto Austral y bandas de ese estilo en todo lo que es la forma de abordar algunos ambientes sonoros. Hay mucha gente que relaciona la estructura de las canciones con Spinetta, quizás de Invisible o Pescado Rabioso. Lamentablemente son todas referencias masculinas, pero algunas personas por suerte han dicho que las voces tiran algo similar a Rosario Bléfari y eso es algo que nosotros no pensamos, pero sí tiene mucho sentido.

RC- ¿Cuáles son sus planes para el resto de este año tan particular?

S- Por lo pronto, seguir participando en las propuestas que se amolden a no tener la posibilidad de tocar en vivo. Este año fue y es muy difícil para todo el mundo y el hecho de publicar un álbum y moverlo digitalmente es lo más accesible para todas

las personas. Nuestro mensaje es más bien una propuesta cultural para aportar a la escena patagónica un tipo de arte y siempre que nos salen oportunidades para colaborar con proyectos que se mueven en la virtualidad tratamos de hacerlo. Lo más lejos que planeamos llegar en estas condiciones es con una presentación virtual tocando un tema, aparte de editar nuestro material en k7 que está en camino de la mano de Aktivate Distro y Cumbre Collective.

RC- ¿De qué manera les afectó estos tiempos de pandemia y encierro?

S- Por la distancia, no somos una banda que pueda salir a tocar todos los días; así que la pandemia para nosotros fue una oportunidad para ubicarnos y aprender acerca de la utilización de redes sociales para participar en la escena. Hicimos la producción

del álbum por internet y todo lo que estamos haciendo ahora también es virtual, lo cual no deja de ser difícil cuando tenés ganas de organizar cosas en vivo. Las cosas son así y hasta que se pueda encaminar una solución solamente nos queda la

fuerza de voluntad individual para poder seguir adelante. Las personas comunes, civiles del pueblo, difícilmente podemos optar por otras opciones. La pandemia nos muestra todos los días la diferencia que hay entre la gente que puede vivir esto como un receso (o ni siquiera) y la gente que tiene que enfrentar el día a día como si fuese una ruleta rusa.

RC- La última es para que digan lo que quieran

S- Por supuesto agradecer este espacio y el tiempo invertido para escuchar y pensar nuestra obra, por considerarnos para saber nuestras opiniones y para ampliar el trasfondo del disco sobre el cual trabajamos muchísimo, no solo nosotros tres sino con los amigos que nos acompañan en cada paso que damos.

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