En vistas del presente que nos rige y de estar escribiendo esta nota justamente el mismo día en el que salieron las nominaciones a los Oscar, las cuales siempre presentando alguna que otra polémica, pero con la muestra de que Anatomy Of A Fall («Anatomía De Una Caída» / «Anatomie d’une chute») fue nominada a cinco ternas, como mejor película, mejor actriz, mejor dirección, mejor guión original y mejor edición, a lo mismo que su directora Justine Triet criticó al presidente de su país, Francia, Macron, y al sistema de financiamiento del cine francés, ya que no enviaron su película para competir en el Oscar, logrando estas nominaciones de forma independiente y autogestiva, haciendo historia. Este jueves 25 de enero llega a los cines argentinos una de las producciones más importantes del pasado 2023.
«Un gobierno neoliberal que reprime y mercantiliza el arte», fue el dicho principal que Justine dejó bien en claro como el planeta viene siendo corroído políticamente hacia una banalización continua a la cultura y un intento por continuar idiotizando a las masas mediante producciones insulsas y poco construidas en pos de permanecer a la sociedad en su rol durmiente y ahogado en dogmas autoritarios.
«Anatomy Of A Fall» es una crítica y un alivio, como un grito en el cielo que paulatinamente se va creando a medida que de forma simple y al mismo tiempo compleja, la película se destruye y reconstruye ante nuestros ojos con una trama concisa y firme. Ocurre un asesinato y el único testigo es un niño ciego.
Con meramente esa consigna, «Anatomy Of A Fall» va desgranando toda una historia familiar que en lo superficial tiene un nombre, y en sus entrañas conglomera una infinidad de sucesos, frustraciones, recelo y empatía. El lado humano más llano y sensible posible que desnuda desde un sistema judicial errático hasta la visión social errónea que lentamente va recuperando tanto su postura como sus ojos.
La imagen completa se ve inmensa desde milímetros hasta kilómetros, con actuaciones eximias de Sandra Huller, Milo Machado-Gra, Antoine Reinartz, Jehnny Beth, Swann Arlaud, y entre otros actores y otras actrices, sin olvidarnos claramente de Messi, el perro que encarna a Snoop.
Toda esta historia y narración tiene una mirada política clara, que llama al debate, a cuestionarse y a intentar contemplar la realidad de todas las cosas, encontrando partículas diminutas de cada hecho acontecido con el fin de llegar con la verdad propiamente dicha, ensimismada bajo el mismo punto por la que estaba antepuesta.
Las falsas deducciones con la intención de llegar a buen puerto y cerrar un caso, un alegato distorsionado sin realmente perpetrar en lo más intenso de cada momento a tener en cuenta, o la simple razón de como un niño de 11 años puede tener una vida más plena que alguien que vivió décadas y décadas.
Triet abraza el cine de autora, y bajo esa simpleza ya mencionada, arremete con una de las producciones más pulcras, bellas y entrañables de los últimos años. Entre alguna lágrima, el poder del asombro y varias escenas de agarrarse la cabeza, la versatilidad del diálogo y lo que hacen sus protagonistas con ello son lo que verdaderamente importa. La tragedia en una sonrisa muchas veces no es tenida en cuenta.
Puntaje: 100/100