Marvel comprendió a duros golpes que la calidad siempre sobresale por sobre la cantidad. Luego del escándalo de Jonathan Majors y su consecuente despedida de su rol como Kang, las fallidas incursiones del año pasado con «Ant-Man & The Wasp: Quantumania», «Thor: Love & Thunder» y «The Marvels», las series de «Secret Invasion» y «She-Hulk», priorizar fan service apurado en vez de contemplar realmente la jugada, cambios gerenciales y de dirección, etc, hicieron que todos estos factores caigan sobre la espalda de Kevin Feige que decidió aminorar el paso y recurrir a la única persona que podía salvar esto: Ryan Reynolds / Wade Wilson / Deadpool (a esta altura son la misma persona). Y de ahí, reacción en cadena llamando a Shawn Levy para dirigir y la vuelta de Hugh Jackman como Wolverine, para devolver a Marvel la estirpe que siempre mereció con una tercera parte del «mercenario bocazas» apta para mayores de 18 años y con total libertad de guión adentrándose al UCM por la parte trasera (cuac) sin pedir permiso.
Sin intención de caer en spoilers, la fórmula va más allá de cameos, hits de los 80’s y los 00’s, gore, coreografías y regresos. El poder cae completamente en el guión y en demostrar realmente cuando se hace las cosas con amor, cariño y respeto, además de rendirle culto de una forma honorable a todo el legado de Marvel que tuvo en Fox antes de su compra por parte de Disney y todo lo que conllevó ese universo centrado en personas con sueños y ganas de contar historias logrando un homenaje que encontró la dosis justa de euforia, risas y lágrimas con lo que fue, lo que no pudo ser y lo que podría llegar a haber sido.
Ryan Reynolds lo demuestra momento a momento, y conformando ese tridente ya mencionado junto a Jackman y Levy, «Deadpool & Wolverine» no tiene desperdicio desde el primer segundo.
Hablando meramente desde lo que se ve en el trailer para no desplegar ningún indicio de lo que sucede, teniendo muy en cuenta que esos 2 minutos que se ven son solamente la punta de un iceberg repleto de gags, verborragia, romper la cuarta pared cuantas veces se necesite para salvar a esta compañía, y un ego desmedido de sus estrellas que deberán cumplir con estos roles mínimamente hasta los 90 años.
Marvel tiene bien en claro lo que tiene que hacer y teniendo en cuenta lo que anunciaron hace unos días en la SDCC 2024 con la llegada de «Fantastic Four: First Steps», el anuncio y reestructura de las nuevas Avengers con «Doomsday» (sumada a la vuelta de Robert Downey Jr. encarnando a Victor Von Doom, más conocido como Dr. Doom en un movimiento por demás sorpresivo y controversial que está en boca de todo el mundo) y «Secret Wars», y los estrenos inminentes de la serie de «Agatha All Along», y los films «Captain America: Brave New World» y «Thunderbolts», y más proyectos en general, el futuro se ve promisorio y maneja ansiedades como expectativas por doquier.
Conclusión: «Deadpool & Wolverine» es la bocanada de aire fresco más necesaria en el cine de superhéroes de los últimos cinco años. No pierdan la oportunidad de estar con una sonrisa de oreja a oreja por poco más de 2 horas y 10 minutos.