La boca de la montaña muerta se hizo sueño y arma


Hablamos con Hamilton Jordan, guitarrista de los legendarios Genghis Tron, una de las bandas de metal experimental más icónicas y al mismo tiempo, sumamente infravaloradas del segundo milenio. La realidad detrás de «Dream Weapon», su tercer disco de estudio cortando un silencio de doce años, el cambio sonoro hacia lares mucho menos convencionales y al mismo tiempo hipnóticos, y un concepto que envuelve el backstage en la vida de músicos que seguramente vinieron de otro planeta. Con tremendo orgullo y alegría, les dejamos las palabras de Hamilton y si no conocen a esta bandaza, ¿qué están esperando?

– ¿Cómo fue el proceso de composición de «Dream Weapon»? ¿Y la experiencia de haber vuelto al estudio después de tantos años?

Fue muy excitante, pero también demandante y un gran desafío. Nos tomamos mucho tiempo para escribir nuestras canciones, en parte porque Michael y yo tenemos una regla en la que ambos tenemos que estar de acuerdo en todo lo que forma la canción en sí. Y porque tantos años han pasado desde nuestro último disco que tardamos en descubrir realmente a dónde queríamos que este disco fuera. A través de los años, desde que «Board Up The House» (2008), intentamos muchas ideas que no nos terminaban de gustar y que siempre les faltaba ese algo, que tarde o temprano hacía que nos cansáramos de ellas. Además, estábamos muy ocupados con otras cosas de la vida.
No fue hasta 2018 que sentimos con Michael que ya estábamos listos para volver a trabajar arduamente y así escribir un nuevo disco. Aunque hay algunas cosas de «Dream Weapon» que datan del 2008 o 2010, la mayoría fue escrita entre el 2018 y el 2020.

– ¿Cómo fue volver a trabajar con Kurt Ballou y de dónde surgió la idea de agregar un baterista para este álbum?

Amamos trabajar con Kurt. Esta fue la tercera vez que lo elegimos, nos grabó toda la discografía hasta ahora. Es un gran productor y un gran amigo, y entiende plenamente quiénes somos y qué queremos.
En cuanto a haber convocado a Nick Yacyshyn en batería, fue increíble contar con él. Es un tremendo músico y una muy buena persona también. Captó enteramente la esencia de lo que queríamos plasmar, y hace tiempo que venía soñando con trabajar con un baterista y la experiencia no podría haber sido mejor.

– ¿Cómo podrías resumir el hiato de la banda? ¿Lanzaron algún material en paralelo? ¿Y cómo vivieron este regreso?

La realidad es que ninguno de los dos, tanto Michael como yo, lanzamos música desde «Board Up The House» hasta ahora, fueron 12 años sin grabar. Durante ese tiempo, de tanto en tanto trabajábamos material de Genghis Tron, pero tampoco estábamos tan enfocados en ello, estábamos en otra sintonía. Por eso fue el sentirnos listos para lanzar «Dream Weapon» lo que generó todo esto, de ahí también el verdadero sentido del hiato. No teníamos ninguna expectativa respecto a cómo iba a ser recibido o siquiera si alguien se acordaba de nosotros. Creo que esa falta de expectativas fue también un gran empujón para nosotros para sentirnos realmente libres de hacer lo que quisiéramos. Fue una experiencia liberadora por donde se la mire.

– ¿De dónde vino la inspiración para el concepto de «Dream Weapon»? ¿Y de qué manera se originó este nuevo sonido y estética para la banda?

Apareció y surgió todo de una forma muy orgánica. Al pasar los años, Michael y yo comenzamos a escribir música que se tornaba más hipnótica y repetitiva. Al tiempo que las primeras canciones comenzaban a cerrarse, era muy claro que el enfoque que queríamos para este disco sea diferente a todo lo anterior. También queríamos un sonido que invite más al oyente a enfrentarse a el mismo y que también sea más calido, en vez de tan abrasivo y duro. Todavía queríamos que sonara pesado, pero que esa pesadez venga de una batería poderosa y esa hipnótica repetición que te mencioné antes.
Aunque tuvimos algunas discusiones al respecto, para la mayoría de las partes fue natural y orgánica. Una vez que todas las porciones instrumentales finalizaron, también fue mucho más fácil coordinar que los gritos no iban a ser adecuados para estas canciones. Queríamos que el escucha realmente cayera en la atmósfera, en las melodías y el ritmo, y que estén habilitados a escuchar cada elemento creado para la canción.

– ¿Qué recordás de las épocas de «Dead Mountain Mouth» y la denominación de «nintendocore» o «cybergrind»? En lo personal, creo que desde el principio le escaparon a toda etiqueta con su sonido único.

Las frases «nintendocore» y «cybergrind» siempre nos hicieron reir un poco, y honestamente, aún en 2021, todavía no entiendo qué significan esas cosas. Las personas pusieron esas etiquetas en nuestros comienzos y nunca realmente les prestamos mucha atención. Ni siquiera sé cuáles otras bandas entrarían en esos géneros y honestamente no escucho música de ese estilo. Creo que los encasillamientos limitan muchísimo y lo tomo como un gran cumplido que vos pienses que Genghis Tron está más allá de los géneros musicales.
Por mi parte, me siento cómodo diciendo que somos una banda de rock, pero además de eso no sabría bien cómo describirnos.

– ¿Cuáles son tus pensamientos y opiniones respecto al metal de hoy en día? ¿Hay algún disco nuevo que te haya llamado la atención?

Creo que mi respuesta esta vez va a ser algo decepcionante, porque me siento bastante alejado del loop del momento presente del metal. Soy un gran fan del estilo y escucho mucha de sus vertientes, pero no soy muy bueno a la hora de mantenerme al día con lo nuevo que sale, porque no sé bien qué anda pasando dentro del estilo en general. Pero puedo nombrarte un disco que me encantó y que salió hace poco, «Mestarin Kynsi» de Oranssi Pazuzu. Escuché esa banda por primera vez el año pasado y son increíbles. Aunque suenen diferentes a nosotros, creo que una suerte de creatividad que nos conecta con ellos.

– ¿Cómo lidiaron y lidian con esta situación mundial del Covid-19?

El Coronavirus marcó un gran impacto en el proceso creativo de este disco. Nuestro plan original era que Nick se juntara con nosotros en el estudio en Massachusetts pero él vive en Canadá y las fronteras estaban cerradas. Algo similar ocurrió con Tony, ya que él decidio grabar las voces en su casa. Así que todas las baterías y voces fueron grabadas de forma remota.
Nuestro tiempo con Kurt estuvo más que nada enfocado meramente en las guitarras y bajo, y luego para mezclar el álbum. Nunca pudimos estar todos en la misma habitación.
Fue muy desafiante escribir la mayoría de los arreglos por email, pero también nos forzó a ser más disciplinados y tener una mayor visión de lo que queríamos que sonara.
Así que mientras el Covid fue un gran obstáculo de forma creativa, también creo que de muchas maneras logró que saliera un disco más fuerte. Pero espero que para la próxima podamos estar todos juntos.

– ¿Conocés algo de Argentina? ¿Les gustaría hacer un tour por Sudamérica?

Nunca tuve la chance de ir para allá pero me encantaría visitar tu país. Marc, un amigo muy cercano, vive allá, y aprovecho para mandarle saludos, y hace años que tengo pensado ir a verlo. En este momento no hay en vista próxima algún tour por lo que queda del 2021 y el 2022, pero ojalá podamos encontrar algún tiempo para empezar a girar.
Nuestra única experiencia sudamericana fue en Brasil en 2008. Nos encantaría visitar Sudamérica y tocar en Argentina sería increíble.

– ¿Cuáles son sus planes para el resto del año?

Después de un par de meses fuera de la música desde que salió el disco, ya me siento preparado para volver a componer. Así que esperen nuevo material de Genghis Tron pronto que con Michael ya estamos poniéndonos a armar cosas nuevas.


 

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